Noticias.- En un comunicado, Lake describió como “un horror que debe romper el corazón de cualquiera que tenga corazón” el ataque de ayer en la zona de Al Rashidín, al oeste de la ciudad de Alepo.
Recordó que los menores fallecieron en un ataque contra una caravana de autobuses que transportaba a familias, que “desde hacía tiempo sabían lo que es sufrir”.
“Ahora, los supervivientes deben soportar una nueva y terrible pérdida”, apuntó Lake.
“De esto no solo debemos sacar ira, sino una determinación renovada para alcanzar a todos los menores inocentes de Siria con ayuda y consuelo”, señaló Lake, quien subrayó que hay que tener esperanza en que “quienes tengan corazón y la capacidad de acabar con esta guerra lo hagan”.
Al menos 126 personas, entre ellas 68 menores de edad, perecieron ayer en Al Rashidín por el estallido de una furgoneta bomba contra un grupo de autobuses de evacuados procedentes de los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, situados en la provincia de Idleb, de acuerdo al recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los evacuados abandonaron Fua y Kefraya, rodeados por facciones islámicas entre las que figura el Organismo de Liberación del Levante -alianza de la exfilial de Al Qaeda- en virtud de un acuerdo entre el grupo chií libanés Hizbulá e Irán, y la facción Ejército de la Conquista, que fue auspiciado por Catar.
El pacto afecta también a las poblaciones sitiadas de Madaya y Al Zabadani, al noroeste de Damasco y rodeadas por Hizbulá y milicias progubernamentales sirias.
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Fuente:EFE