Para muchos, Chiquis Rivera no heredó el talento de su madre sobre el escenario, pero en cuanto a sus atributos físicos, su herencia es innegable.
La curvilínea figura de la hija de Jenni Rivera (específicamente su bien contorneado y prominente trasero), siempre ha estado bajo los reflectores y el escrutinio de los fans, ¿es natural o producto de las cirugías?
Cansada de los rumores, la heredera de la “Diva de la Banda” aclaró a sus seguidores y detractores, la naturaleza de su derrière, pero solo consiguió sorprender a propios y extraños.
Chiquis le debe su trasero a ¡la ayuda divina!
Sí, en entrevista para el programa “La Reina de la Canción”, Chiquis sorprendió a todos asegurando que no fue el bisturí, sino sus rezos, los que moldearon sus pompis.
“Yo le pido mucho a Diosito y por eso me crecen las pompas”, expresó la cantante de regional mexicano.
Además Rivera aclaró que las críticas se le resbalan, pues su autoestima está por las nubes: “si yo me siento bonita, la gente me va a ver bonita”.
Viendo los resultados, a rezar todos.
Lo cierto es que por una o por otra cosa, la hija de Jenni sigue en boca de todos. Este lunes en México se transmitirá el episodio en final de la serie “Su nombre era Dolores la Jenn que yo conocí”, en el que se conocerá si en realidad hubo una traición amorosa de ella con el entonces esposo de la cantante, Esteban Loaiza.
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Fuente:La Opinion