Sin una solución permanente aprobada por el Congreso que proteja a más de 800,000 jóvenes del regreso al estatus de “sin papeles”, el futuro legal del programa DACA es tremendamente incierto, coincidieron esta semana varios expertos legales.
DACA, y los “Dreamers”, el movimiento de jóvenes inmigrantes que por años han luchado por hacerse un espacio legal en la sociedad estadounidense, están ahora mismo en una encrucijada.
“Muy pronto, DACA va a enfrentar su prueba más grande”, dijo a La Opinión Tom Jawetz, quien por años fue el abogado principal del subcomité de inmigración, en el comité judicial de la Cámara de Representantes.
El futuro de los jóvenes inmigrantes que se acogieron a DACA es incierto en los tribunales, y la única otra vía posible de escape –la aprobación de un nuevo Dream Act que los proteja permanentemente- va a depender principalmente de un hombre: Donald Trump y de un partido, republicano, que por años atacó DACA como un programa “ilegal”.
Estados conservadores preparados para atacar DACA
Jawetz, quien hace poco se pasó al mundo del activismo, no tiene ninguna duda que diez procuradores encabezados por Ken Paxton, de Texas, tienen lista la demanda contra DACA que piensan presentar, “probablemente el día 6 de septiembre”.
Paxton y los demás procuradores, que encabezan estados liderados por republicanos, están presionando al gobierno de Donald Trump a que suspenda el programa DACA (Acción Diferida para Arribados en la Infancia) y le han dado hasta el 5 de septiembre para suspenderlo, so pena de llevar el caso a tribunales.
La idea de Paxton y sus colegas es enmendar el caso con el que destruyeron las posibilidades legales de aquel otro programa que Obama anuncio en 2014, para dar respaldo legal a los padres de ciudadanos y residentes legales o DAPA.
A ese caso, ahora “nulo” porque Trump rescindió el memo que creara Obama para el programa que nunca se implementó, quieren añadir al programa actual de DACA, y dejar en el limbo a más de 800,000 jóvenes que se inscribieron y revelaron sus identidades al gobierno.
Llevar el caso ante un juez ultraconservador, en Texas, donde la corte de apelaciones también es conservadora, fue el paso más brillante que estos procuradores pudieron tomar. Y ahora quieren llevar el programa vigente de DACA ante el mismo juez Andrew Hanen.
“Me preocupa este juez”, dijo Bill Hing, profesor de leyes de la Universidad de San Francisco. “Con otro juez quizá no pasaría pero con Hanen quien sabe. Y del otro lado, defendiendo el programa, tendría que estar el Departamento de Justicia de Trump, que no creo que lo defienda mucho”.
Al frente del Departamento de Justicia está un archi enemigo de los inmigrantes: el procurador Jeff Sessions, quien durante sus años en el senado estadounidense se opuso férreamente a DACA y a cualquier otro plan de legalización para inmigrantes.
Futuro de jovenes inmigrantes depende de Trump
Hing asoma que el futuro de estos jóvenes probablemente está en peligro si deben depender del estatus temporal de DACA, que nunca fue diseñado para ser una solución permanente.
“Si la corte dice que DACA no es legal, entonces la Agencia de Inmigración recibe un mensaje de ir detrás de este grupo en forma masiva”, dice Hing. “Es cierto que Trump se ha referido hacia este grupo con cierta compasión, y quizá no ordene a ICE que los persiga, pero ¿les dirá que no lo hagan?”.
La pesadilla que persigue a partidarios como Hing y Jawetz, y a cada uno de los “dreamers” es que muchos agentes de ICE están demostrando que se sienten envalentonados por Trump para hacer cumplir las leyes de inmigración tanto como quieran y de la manera que sea.
De hecho, ya hay varios casos aislados de jóvenes con DACA detenidos y hasta uno de ellos fue deportado, por razones arbitrarias.
Para Jawetz, “la amenaza es muy real”. Al final, el futuro de los “DACAmentados” dependerá de las decisiones que se tomen dentro del gobierno de Donald Trump, quien como candidato dijo que eliminaría el programa, pero como presidente ha dicho -hasta ahora- que lo continuaría.
“El gobierno de Trump debe tomar decisiones respecto a estos jóvenes”, dijo Jawetz.
No hacer nada “llevaría a catástrofe”
DACA y los jóvenes inmigrantes o “dreamers” cuentan con el apoyo de la mayoría de los estadounidenses, incluso de la mayoría de los republicanos. Varias encuestas publicadas en los últimos días así lo demuestran.
Si Trump y su departamento de Justicia no defienden DACA -lo más probable- o apoyan la aprobación de un DREAM ACT presentado este jueves por los senadores Dick Durbin y Lindsey Graham, lo que sigue es un escenario de pesadilla, dijeron los expertos.
“No se si el Congreso o el país entienden la amenaza a DACA y lo que significaría eliminar un programa que ha permitido a 800,000 jóvenes el progresar educativamente, obtener mejores trabajos, comprar carros y casas”, dijo JAwetz.
La opción para estos jóvenes es un regreso a la ilegalidad y las consecuencias económicas y sociales “se sentirán en todas las comunidades del país”.
“El Congreso sería la última opción para evitar el desastre y no sé si ese es un buen lugar para eso”, apuntó el activista.