Según un anuncio publicado este miércoles en el diario oficial del gobierno (“Federal Register”), las autoridades del DHS ya no otorgarán una exención por razones humanitarias –o “parole” en inglés- a menores de edad cuyas solicitudes de refugio hayan sido rechazadas.
El llamado “Programa de Refugiados para Menores Centroamericanos” (CAM, por su sigla en inglés), se mantiene en pie pero con las restricciones de siempre: es decir, sólo aplica para menores de 21 años que soliciten refugio desde sus países de origen y que tengan al menos un padre con estatus legal en este país.
Sin embargo, el DHS elimina a partir de hoy la parte que otorgaba casi de forma automática un permiso temporal a los menores de Guatemala, El Salvador y Honduras, para que pudiesen viajar legalmente a reunirse con sus padres en EEUU, aún si no calificaban para estatus de refugiado.
En 2016, la Administración Obama amplió las reglas para las exenciones humanitarias para incluir a otros miembros de la familia, pero las trabas burocráticas desalentaron la ampliación del programa.
En 2014, decenas de miles de niños que huían de la violencia en Centroamérica se agolparon en la frontera sur en busca de refugio, suscitando una grave crisis humanitaria en la zona y, bajo presiones políticas, el entonces presidente Barack Obama puso en marcha el CAM, para disuadir la peligrosa travesía hacia la frontera sur de EEUU.
Según cifras oficiales de comienzos de este año, alrededor de 11,000 personas solicitaron amparo bajo el CAM desde 2014, pero sólo 2,400 habían sido aceptados, mientras que 2,700 niños y jóvenes recibieron la exención humanitaria.
Cumpliendo con una orden ejecutiva
En declaraciones hoy a este diario, Gillian Christensen, portavoz de la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), explicó que la decisión del DHS obedece a una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump el pasado 25 de enero, que pidió que el uso discrecional de la “exención” o “parole” se aplicara únicamente “caso por caso”.
Así, la orden también estipula que las autoridades de Inmigración apliquen esa exención “sólo cuando un individuo demuestra razones humanitarias urgentes, o un beneficio público significativo”.
Al cumplir con la orden ejecutiva de enero pasado, la secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine C. Duke, ha revisado la exención en el programa de refugiados para niños centroamericanos “y decidió anularla”, señaló Gillensen.
Este cambio de política, sin embargo, no impide que ciertos menores de edad del “Triángulo del Norte” puedan solicitar una exención humanitaria individual mediante el formulario “I-131” para viajar a EEUU.
Las exenciones en adelante “se emitirán caso por caso y sólo si el solicitante demuestra, mediante el formulario I-131, una razón humanitaria urgente o un beneficio público significativo de que el solicitante merece el ejercicio de la discreción favorable” a su caso, agregó.
Una decisión “desalmada”
Lavinia Limon, presidenta del Comité Estadounidense para Refugiados e Inmigrantes (USCRI) condenó la decisión del DHS, por considerar que la Administración Trump está “minando un salvavidas para niños que enfrentan violencia, violaciones sexuales, y hasta la muerte a manos de pandillas criminales”.
“Con esta desalmada decisión, a los madres y padres que viven legalmente en EEUU se les está privando de rescatar a sus hijos mediante la vía legal. Los únicos que están aplaudiendo esta decisión son los traficantes de humanos que abusarán de los padres que quieren la seguridad de sus hijos”, agregó la activista.
Por su parte, el grupo “Kids in Need of Defense” (KIND), acusó a la Administración Trump de “abandonar” a estos menores a su suerte, y advirtió de que la eliminación del programa humanitario sólo llevará a los menores centroamericanos, ya vulnerables a la violencia en Centroamérica, a las manos de criminales.
USCIS prevé enviar avisos de cancelación a los individuos que ya habían recibido la exención condicional bajo el programa, para informarles de que ya no tendrán esa opción.
En cambio, los niños y jóvenes que ya están en EEUU con esa exención podrán renovar su permiso temporal antes de que éste venza, preferiblemente 90 días antes de su vencimiento, siempre y cuando sigan cumpliendo con el resto de los requisitos.
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Fuente:La Opinion