LOS DIVORCIOS, SON CAROS…
El actor Johnny Depp lleva varios años tratando de deshacerse de algunos de sus bienes inmuebles más valiosos para poder afrontar el sinfín de problemas económicos que, entre otras cosas, se desprenden de sus fallidas inversiones del pasado, de su batalla judicial con sus antiguos contables y también de los términos de su acuerdo de divorcio con la actriz Amber Heard.
Tras desprenderse de varias propiedades europeas -como el ostentoso castillo que hasta el año pasado poseía en Francia-, el intérprete trató el diciembre pasado de hacer lo propio con su amplia finca de Kentucky, una granja que incluía un establo para caballos, y la colocó en el mercado inmobiliario a un precio de 3,4 millones de dólares.
Sin embargo, y después de que en marzo se viera obligado a reducir considerablemente la cantidad exigida, hasta el punto de quedarse en unos 500.000 dólares, esta tendrá que ser finalmente subastada ante la falta de potenciales compradores interesados en su adquisición.
Según el portal inmobiliario Lexington Herald Leader, la reciente tasación de la granja revela que su valor real se sitúa en unos 2,3 millones de dólares, pero teniendo en cuenta que ni una cifra de medio millón de dólares ha conseguido hacerla atractiva para futuros inversores, no cabe duda de que el artista habrá tenido que conformarse con una puja mínima muy inferior en su intento de encontrarle nuevo dueño el próximo 15 de septiembre, la fecha en que se celebrará dicha subasta.
Por otro lado, el astro de Hollywood tuvo un poco más de suerte hace unas semanas al vender cuatro de sus cinco apartamentos -todos pertenecientes a un mismo bloque- de Los Ángeles a un precio de 1,82 millones de dólares, aunque para ello tuvo que renunciar a las elevadas pretensiones económicas que tenía al respecto. Y es que la diferencia entre la suma final y los 12.78 millones que pedía en un principio por la combinación de los cinco pisos es, cuando menos, impactante.
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Fuente:Showbiz