WASHINGTON.- El director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), Tom Homan, afirmó este lunes que su agencia desplegará a más agentes a “ciudades santuario” como Chicago y Los Angeles, al redoblar los esfuerzos por disuadir la inmigración ilegal desde México y Centroamérica.
Durante una conferencia de prensa, Homan explicó que la estrategia de la Administración Trump contra la inmigración ilegal se mueve por dos carriles: una campaña de educación pública sobre los peligros de los cruces ilegales, y la advertencia de que la mayoría de los inmigrantes indocumentados, incluyendo niños no acompañados y familias serán detenidos y deportados.
Homan reiteró su consabida queja de que las ciudades y jurisdicciones “santuario” están alentando la inmigración ilegal al no cooperar con los agentes de ICE, e incluso las calificó como “anti-estadounidenses… por escudar y ocultar, a sabiendas, a gente que violan las leyes de este país”.
“No hay santuario para la inmigración ilegal… pueden llamarse ´ciudades santuario, pero no hay santuario en este país de las operaciones policiales migratorias”, afirmó Homan, aunque no precisó cuántos agentes serán desplegados ni cuándo.
Homan tampoco quiso discutir los pormenores de la “Operación Mega”, que incluiría redadas a nivel nacional a lo largo de septiembre, pero que fue suspendida por atender las emergencias de huracanes en Texas y Florida.
Consciente de las críticas a su “mano dura” contra los inmigrantes indocumentados, Homan dijo que en sus 33 años de carrera ha visto numerosos casos de inmigrantes que perecen asfixiados en camiones de carga, o que son víctimas de abusos por parte de “coyotes” y de organizaciones criminales transnacionales, como los “Zetas”, o la pandilla “MS-13”.
“La gente se muere… por eso soy duro con este mensaje”, se justificó Homan, al destacar que ingresar ilegalmente es “un crimen”, como lo son el conducir “a 100 millas por hora” o cometer fraude en los impuestos.
El nuevo empuje contra la inmigración ilegal, que según Homan incluirá más redadas a gran escala, se anunció después de que el viernes pasado un juez federal asestó un golpe a la Administración Trump al prohibir que el Departamento de Justicia suspenda ciertos fondos para programas policiales a las “ciudades santuario”.
Homan dijo que ese dictamen es apenas un factor pero que, en última instancia, ICE continuará sus operaciones contra unidades familiares que tengan órdenes finales de deportación, y también enjuiciará a padres “que optan por traer a sus hijos en contrabando con la ayuda de organizaciones criminales” y “coyotes”.
En la actualidad, los arrestos al interior del país por parte de ICE rondan los 100,000, lo que representa un “aumento significativo” sobre el año anterior.
“Vamos a asegurarnos de que la gente tiene el debido proceso, pero una vez que se toma una decisión (por parte de un juez de Inmigración), vamos a hacer cumplir esa decisión”, advirtió Homan.
Los agentes no son los “malvados”
Homan estuvo acompañado por la jefa de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), Carla Provost, y de la directora interina de la oficina “VOICE”, Bárbara González, que afirmaron que los agentes federales ayudan a rescatar a víctimas del tráfico de humanos.
Según Provost, en las últimas semanas, ha habido cuatro incidentes de camiones “trailers” repletos de gente que son “cargamento” para los contrabandistas.
Sus agentes han rescatado a más de un centenar de migrantes en esos camiones, y en lo que va del año fiscal 2017, que comenzó en octubre pasado, la CBP ha salvado a más de 3,000 personas en la frontera del suroeste. En la última década, más de 4,200 personas han perecido en la frontera, precisó.
En el año fiscal en curso, el número de arrestos en la frontera sur ronda los 293,000, o un descenso de cerca del 24%, de los cuales 170,000 son migrantes “no mexicanos”. La mayoría de los no mexicanos proviene de los países del “Triángulo del Norte” en Centroamérica, con poco más de 40,000 niños no acompañados y más de 73,000 unidades familiares.
Aunque el descenso refleja una reducción en los cruces ilegales en general, los peligros de la intemperie y de los contrabandistas “nunca bajan”, señaló.
Los “verdaderos malvados”, apuntó González, son las organizaciones transnacionales de contrabando, que “venden mentiras” sobre la situación en EEUU.
EEUU no es “anti-inmigrante”
Así, en unos momentos en que, para estas fechas, las autoridades comienzan a ver un aumento en los cruces ilegales en la frontera sur, la Administración quiere enviar el mensaje a los migrantes de que no vale la pena vender sus pertenencias, empeñarlo todo, o arriesgar la vida misma si, al final, la mayoría de éstos serán detenidos y deportados.
González “imploró” a los padres centroamericanos a que desistan de sus planes de hacer la peligro travesía hacia EEUU, porque “las leyes no han cambiado” y “la mayoría de individuos que van ante las cortes no son elegibles para ningún tipo de beneficio migratorio” y son deportados.
“Hay mucha retórica de que EEUU es anti-inmigrante, eso no es cierto. EEUU no es anti-inmigrante; soy hispanoamericana… somos una nación que dice háganlo correctamente, y damos muchas visas a indiviudos y muchas oportunidades para los que quieren venir legalmente”, dijo González, que lidera la oficina creada por la Administración Trump para dar “voz” a víctimas estadounidenses de inmigrantes indocumentados.
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Fuente:La Opinion