Para justificar las políticas del presidente Donald Trump contra los indocumentados, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) comenzó a implementar varias estrategias, una de las cuales fue dictada directamente por el entonces titular de esa dependencia, John Kelly.
La polémica orden fue dada a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su siglas en inglés), para justificar la ola de redadas que comenzaron en febrero y empatar el discurso sobre la criminalización de los indocumentados del mandatario republicano.
Esta historia se reveló con documentos obtenidos por alumnos de la Escuela de Derecho de la Universidad Vanderbilt, compartidos al portal The Intercept, que contó la “trama” que “La Migra” implementó para justificar sus primeras redadas, al afirmar que eran un asunto de “seguridad nacional”.
En aquel momento no se sabía que había sido el propio Kelly quien dio la orden de destacar “tres casos de alto impacto” de criminales indocumentados detenidos, a fin de presentarlos así a los medios.
En una segunda entrega de su publicación, The Intercept indicó que la Casa Blanca no respondió a peticiones de entrevista sobre esta decisión del ahora jefe de Gabinete del presidente Trump.
El primer artículo descubrió a través de las versiones públicas del intercambio de correos electrónicos entre funcionarios de ICE es que no había una justificación para armar redadas y “detener a decenas de personas que no tenían un pasado criminal”.
Todo comenzó con un documento de febrero 10, “el director ejecutivo de ICE en Washington mandó una orden URGENTE a los jefes de las distintas agencias” de deportación (ERO).
La orden era que las agencias destacaran en sus reportes los tres casos “más atroces” de inmigrantes detenidos, pero incluso que si alguna de las oficinas no tenía una sola persona detenida con esas características, entonces que tomara información de otra oficina.
Actualmente ICE continúa con sus redadas y mantiene su discurso de que los indocumentados son criminales.
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Fuente:La Opinion