CONSIDERAN QUE EL ESTADO ACTUAL DE ESA NACIÓN NO GARANTIZA SEGURIDAD DE DEPORTADOS
José Luis Hernández perdió su brazo derecho, la mano izquierda y un pie en su travesía al “Norte”.
El hondureño se cayó del tren conocido como “La Bestia” mientras hacía el trayecto que miles de otros compatriotas suyos y centroamericanos hacen todos los días en su intento de llegar a Estados Unidos.
Y él teme que miles más sigan su camino, y se expongan también, a su infortunio.
“Mi país se está desangrando por este régimen corrupto que está haciendo tanto daño”, dijo Hernández este martes afuera del Edificio Federal del centro de Los Ángeles, donde activistas centroamericanos pidieron una moratoria a la deportación de hondureños dado el caos electoral que vive esa nación.
“Esto va hacer que haya más migración forzada a Estados Unidos”, consideró Hernández, quien prevé una “avalanchas de mis compatriotas” a este país.
“Estas elecciones fueron un fraude descarado”, expresó y agregó que si regresan a todos los hondureños indocumentados, “va estar más fregado el país”.
Caos electoral
Según el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras, en las elecciones presidenciales celebradas el 26 de noviembre el presidente Juan Orlando Hernández obtuvo el 42.95% de los votos frente al 41.24 % de Salvador Nasralla, candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura.
Sin embargo, la tardanza de emitir los resultados electorales finales y denuncias de fraude han generado un tremendo caos en Honduras, donde las protestas no han cesado; cobrándose decenas de muertos.
Las misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Honduras denunció “irregularidades, errores y problemas sistémicos” en los comicios, y dijo “no tener certeza sobre los resultados”.
De hecho, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, propuso “nuevas elecciones para garantizar paz y concordia en Honduras”.
Es por esta razón, y por la alerta del mismo Departamento de Estado de EEUU para que los hondureños cancelen viajes a la región, que Angela Sanbrano, presidenta de la Junta de la organización proinmigrante CARECEN, dice que “es injusto, es un crimen, es inmoral deportar a hondureños a un país donde el gobierno no puede garantizar su seguridad. Pedimos una moratoria a la deportación de hondureños a su país”.
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Fuente:La Opinion