GOBERNADORES DEMÓCRATAS Y REPUBLICANOS DE DIEZ ESTADOS ENVIARON UNA CARTA AL CONGRESO PARA INSTAR A LOS LEGISLADORES A QUE ENCUENTREN UNA SOLUCIÓN CONSENSUADA PARA LOS DREAMERS
WASHINGTON—Con los puños alzados y caminando en fila india, cerca de mil activistas Dreamers se “tomaron” este miércoles varios pasillos y túneles del Capitolio gritando consignas para exigir que el Congreso apruebe el Dream Act antes de iniciar su receso decembrino el próximo viernes, aún cuando esa posibilidad prácticamente se ha evaporado.
En lo que denominaron el día de mayor acción a favor del Dream Act, los activistas continuaron hoy sendas protestas dentro y fuera del Capitolio, con el urgente mensaje de que el Congreso no puede iniciar el receso sin resolver el futuro de los jóvenes amparados al programa de acción diferida (DACA) de 2012.
La jornada se produjo mientras legisladores demócratas y republicanos continúan las negociaciones para evitar un cierre del gobierno este próximo viernes mediante la aprobación de una “resolución continua”, o medida presupuestaria de corto plazo.
Sin embargo, como confirmó anoche este diario, bajo presiones de la Casa Blanca, los demócratas prevén dejar el asunto de “DACA” para enero próximo, y no como parte de una ley de gastos para las operaciones del gobierno federal, como exigen los activistas.
Es que, ninguno de los dos partidos quiere cargar con la culpa de un cierre del gobierno – por un asunto tan espinoso y tóxico como inmigración y máxime en la época navideña- pero, según activistas, los demócratas pueden aprovechar la poca influencia que pueden ejercer en las negociaciones presupuestarias, porque los republicanos necesitan de sus votos para aprobar los fondos del gobierno.
La Casa Blanca prevé presentar en los próximos días una serie de condiciones en materia de seguridad fronteriza a cambio de algún acuerdo para proteger a los Dreamers.
Los demócratas han prometido que no aceptarán un trueque de “muro por los Dreamers”, pero no han precisado qué tipo de concesiones estarían dispuestos a hacer para lograr la aprobación del Dream Act.
Así, cerca de mil activistas, liderados por el grupo “United We Dream” (UWD), entraron en grupos de centenares por los costados de dos de los edificios del Capitolio alrededor del mediodía, y se instalaron en varios túneles, tirándose al piso y bloqueando el acceso al público.
Enfundados con abrigos, gorras y camisetas color naranja, los activistas se enviaban señales de una punta a la otra de uno de los túneles y comenzaban a gritar consignas como “queremos el Dream Act hora”.
Decenas de policías del Capitolio los esperaban con esposas de plástico, y lanzaron dos advertencias para que desalojaran los túneles. Normalmente, la policía emite tres advertencias antes de iniciar arrestos, pero en esta ocasión, los activistas salieron pacíficamente del Congreso.
Según Greisa Martínez, directora de abogacía de “UWD”, escogieron el túnel entre los edificios Longworth y Cannon porque es uno de los de mayor tráfico en el Capitolio, por donde pasan los congresistas rumbo a emitir sus votos en el pleno de la Cámara de Representantes.
Greisa Martínez, de “United We Dream”, instó al Congreso a no dar la espalda a los “Dreamers”. Foto: María Peña/Impremedia
“Por este pasillo pasan los congresistas que definirán nuestro futuro”, señaló Martínez.
Por su parte, Gaby Pacheco, director de programas de “TheDream.Us”, un programa que facilita el acceso de los inmigrantes a las universidades, consideró que la protesta envía un mensaje al Congreso de que “los Dreamers son americanos, y el país los necesita”.
“El DACA fue producto de varios años de lucha, y no vamos a descansar hasta que logremos el Dream Act”, enfatizó.
La protesta continuó afuera del Capitolio, al lado de una pantalla gigante, que bautizaron como “DreamAcTTron”, desde donde divulgan fotografías, videos y testimonios de los “Dreamers” que quedarán expuestos a la deportación una vez que venzan sus permisos de DACA.
Desde la semana pasada, los activistas viajaron a Washington desde estados como California, Nueva York, Arizona, Texas, Florida e Illinois, para participar en actos de desobediencia civil, marchas y protestas.
Una carpa instalada en la explanada frente al Capitolio, conocida como el “Mall”, que sirve de “cuartel” general desde donde organizan incursiones a oficinas de legisladores demócratas y republicanos.
El martes, centenares se instalaron en oficinas de varios senadores demócratas, incluyendo la senadora californiana, Dianne Feinstein.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, también ha sido blanco de protestas de activistas que se sienten “traicionados” por los demócratas, que habían prometido luchar para incluir el “Dream Act” en la ley de gastos del gobierno.
Si el Dream Act no aparece en el calendario legislativo no es por falta de apoyo: una encuesta de la cadena CNN indicó que, por un margen de 83-13, la opinión pública respalda una solución del Congreso para los cerca de 800,000 jóvenes amparados al DACA.
El Dream Act compite con otras legislaciones migratorias pero, de ser aprobado, podría beneficiar a alrededor de 1,2 millón de jóvenes indocumentados que llegaron a EEUU cuando eran niños.
Además, un amplio abanico de grupos cívicos, académicos, religiosos, empresariales y sindicalistas de todo el país apoya la legalización de los jóvenes indocumentados.
Hoy mismo, una coalición de gobernadores demócratas y republicanos de diez estados envió una carta al Congreso para instar a los legisladores a que encuentren una solución consensuada para los Dreamers, al señalar que éstos “juegan un papel productivo” en las comunidades.
La carta está firmada por gobernadores de Colorado, Montana, Pensilvania, Nevada, Massachusetts, Vermont, Minnesota, Carolina del Norte, Wisconsin,y Ohio.
La Adminstración Trump anunció la eliminación gradual de DACA en septiembre pasado y dio plazo hasta el 5 de marzo de 2018 para una solución legislativa permanente.
Sin embargo, 122 Dreamers están perdiendo a diario su protección de DACA y se exponen a la deportación porque, bajo la Administración Trump, cualquier persona indocumentada, con o sin antecedentes penales, puede ser expulsada del país.
*
Fuente:La Opinion