EL FISCAL GENERAL DE CALIFORNIA, XAVIER BECERRA, DIJO A ESTE DIARIO QUE “DACA NO ESTÁ MUERTO”
WASHINGTON—En medio del fuego cruzado entre demócratas y republicanos sobre el incierto futuro de “DACA”, activistas pro-inmigrantes alientan a los “Dreamers” a renovar sus permisos, aún cuando el presidente Donald Trump insistió este domingo en que el programa “probablemente está muerto”.
Sin avisar a la prensa, la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) anunció en su página web la noche del sábado que esta semana comenzará a tramitar la renovación de permisos para los “Dreamers” que califiquen, para cumplir con un dictamen del martes pasado del juez federal, William Alsup, del distrito de San Francisco (California).
Esa orden judicial exigió que la Administración reactive el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, mientras se resuelve el asunto en los tribunales tras sendas demandas que impugnaron su cancelación, lideradas por el fiscal general de California, Xavier Becerra.
Pese al anuncio de USCIS, Trump afirmó hoy que “DACA probablemente está muerto porque los demócratas realmente no lo quieren”, los acusó de querer provocar un cierre del gobierno, e insistió en un sistema de visas “con base a méritos”.
Los demócratas, incluyendo el senador de Illinois y co-autor del “Dream Act”, Dick Durbin, replicaron que la Administración no negocia de buena fé, mientras que la presidenta del Caucus Hispano del Congreso (CHC), Michelle Luján Grisham, acusó a Trump de querer “descarrilar” un acuerdo bipartidista.
El programa implementado por la Administración Obama amparó de la deportación a cerca de 800,000 jóvenes indocumentados, pero su desmantelamiento los deja expuestos a la deportación, a menos que el Congreso apruebe una solución permanente.
La orden de Alsup insufla vida al programa porque “compra tiempo” para que los “DACAmentados” puedan renovar sus permisos, pero también alimenta la zozobra, porque la Administración sopesa apelar el dictamen, y éste podría ser revocado.
Una lucha en varios carriles
La lucha por los “Dreamers” se mueve simultáneamente en varios carriles: en los tribunales, donde Becerra y varios estados se enfrentan a la Administración sobre la legalidad de “DACA”; en el Congreso, donde demócratas y republicanos negocian un acuerdo bipartidista con Trump, y en las calles, donde grupos cívicos y comunitarios ofrecen ayuda a los inmigrantes.
Los activistas en todo el país aprovechan esta “ventana de oportunidad” en el vaivén de mociones legales para informar y asesorar a los “Dreamers” sobre los trámites.
“Probablemente haya una pequeña ventana para renovar las solicitudes antes de que una apelación vuelva a descarrilar el programa de nuevo”, observó Gustavo Torres, director ejecutivo de “CASA de Maryland”.
María Fernanda Durand, de “CASA de Maryland”, dijo que a partir de mañana su grupo estará aceptando llamadas para que los “Dreamers” hagan citas si necesitan ayuda con sus trámites. Debido al feriado mañana por el festivo de “Martin Luther King”, CASA aceptará citas a partir del martes próximo.
El grupo “United We Dream” ha difundido una guía con cinco puntos clave para ayudar a los “Dreamers”, y destacó la urgencia de lograr un “Dream Act” sin condiciones.
“Trump mató DACA y este vaivén más reciente no cambia eso. El hecho es que los jóvenes inmigrantes están viviendo en peligro (de la deportación), y los legisladores deben ofrecerles la protección permanente del Dream Act, para el 19 de enero”, dijo la “Dreamer” Greisa Martinez Rosas, directora de políticas de “United We Dream”.
Ante la posibilidad de una apelación del Departamento de Justicia, “se acabó el tiempo de los discursos, porque nuestras vidas están en juego”, aseguró Martínez Rosas, cuyo grupo continuará las presiones en Washington el próximo martes.
Frágiles negociaciones
Presionados por los “Dreamers”, los demócratas quieren que el asunto se incluya en un amplio paquete presupuestario para evitar un cierre del gobierno, que agotará sus fondos el próximo viernes.
Es que los republicanos del Senado, que redujeron por uno su mayoría en esa cámara, a 51-49, necesitarán el voto de los demócratas para aprobar el presupuesto, y los demócratas quieren usar esa palanca en las negociaciones.
Pero Trump y sus aliados republicanos replican que son temas que deben tratarse por separado.
El martes pasado, durante una reunión con 25 legisladores de ambos partidos y ambas cámaras del Congreso, Trump quiso quedar bien con todas las partes, e incluso dio su apoyo a un “Dream Act limpio”, antes de ser corregido por un congresista republicano.
En otro momento, Trump reconoció que, pese a lo que prometió durante la campaña y debido a la accidentada topografía en la frontera, el muro sería construido sólo “en ciertas áreas que obviamente no están protegidas por la naturaleza”, o donde las barreras existentes necesitan reparación.
“Hay grandes áreas donde no se necesita un muro”, admitió.
El jueves pasado, sin embargo, Trump rechazó la idea de legalizar, en el mismo paquete de DACA, a los “Dreamers” y los “tepesianos”, en una reunión en la que presuntamente calificó de “países de mierda” a Haití y países africanos.
Las quejas de Trump
El vaivén de acusaciones sobre intransigencia partidista y quién llevaría la culpa por un posible cierre del gobierno continuó hoy en las redes sociales, y con su mensaje en Twitter, Trump trató de minimizar las expectativas sobre un eventual acuerdo bipartidista.
Trump pasó buena parte de la semana acusando a los demócratas de poner en peligro los fondos para el gobierno y para la defensa del país, al no aceptar las condiciones que él y los republicanos exigen, incluyendo el muro fronterizo, a cambio de una protección de los “Dreamers”.
Los demócratas, y la mayoría de grupos pro-inmigrantes afines, replican que Trump creó la crisis al eliminar “DACA” el pasado 5 de septiembre e imponer un plazo hasta el próximo 5 de marzo para hallar una solución permanente.
Un portavoz de la Casa Blanca, Raj Shah, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, acudieron a programas de televisión dominicales para remachar el mensaje de Trump y defender su retórica en las negociaciones.
“No recuerdo que él haya usado esa frase exacta (de ‘países de mierda’)… creo que sin duda el presidente seguirá usando lenguaje fuerte en lo que respecta a este tema, porque es algo que le apasiona“, afirmó Nielsen en un programa de la cadena Fox, aunque ni Trump ni ella han precisado cuál es ese “lenguaje fuerte”.
Becerra responde a Trump
En entrevista telefónica con este diario, Becerra replicó hoy que “DACA no está muerto”, los “Dreamers” se han ganado un lugar en Estados Unidos, y el Congreso debe actuar con celeridad, y negociar de buena fe “un buen acuerdo” para los jóvenes.
“El presidente Trump no sólo debería entender mejor la ley, sino que debería escuchar lo que su propio Departamento de Seguridad Nacional está haciendo… no se puede cambiar una ley violando las leyes”, argumentó Becerra, al salir de un programa con la cadena Fox.
El dictamen ha sido una importante victoria para Becerra, el movimiento de los “Dreamers”, y los grupos que los acompañan, porque el juez dijo que los demandantes “demostraron claramente que (los Dreamers) sufrirían un daño serio e irreparable” si la corte no intervenía a su favor.
Además, los “Dreamers” suponen una ínfima o nula amenaza para la seguridad y “DACA” es un “programa importante” para ellos, “sus familias, los empleadores que los contratan, para las arcas estatales, y para nuestra economía”, dijo Alsup.
El dictamen sólo aplica para los que ya tenían DACA, por lo que deja fuera a decenas de miles de jóvenes indocumentados que de otra manera reúnen los requisitos para ese alivio migratorio.
Becerra dijo que seguirá defendiendo su demanda por “DACA” hasta el Tribunal Supremo si es necesario, y vaticinó que “podría pasar un buen tiempo antes de que la Administración pueda hacer algo para revocarlo”.
“Los responsables de políticas deben recordar el eslogan de los Dreamers ‘sin papeles, sin miedo’; debemos actuar de forma indoblegable y sin miedo, para coincidir con esa valentía”, puntualizó Becerra.
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Fuente:La Opinion