ACLU Y OTROS GRUPO QUE MONITOREAN LA CRISIS DE REFUGIADOS AFIRMAN QUE EL USO DE LA SEPARACIÓN FAMILIAR PARA DISUADIR A LOS CENTROAMERICANOS ES SISTEMÁTICA Y MUY DIFERENTE A LOS CASOS AISLADOS QUE SE DIERON BAJO EL GOBIERNO DE OBAMA.
Siguiendo su estrategia de proyectar en sus enemigos políticos la responsabilidad de asuntos que le corresponden como presidente, Donald Trump pretende culpar a los demócratas de la nueva política de su gobierno que ha resultado en la separación de más de 700 familias en pocas semanas.
Trump hizo algo similar con DACA, luego de rescindir el programa y rechazar cualquier ley que no incluyera la deportación futura de los padres de los dreamers, culpó a los demócratas por la falta de solución para los muchachos inmigrantes.
Si bien durante la administración del presidente Barack Obama hubo críticas sobre su manejo de la crisis centroamericana -que se inició en 2014– y se reportaron casos de separación familiar en la frontera, la política sistemática de arrancar a niños de brazos de sus padres es producto del actual gobierno, señalaron expertos en el tema.
“No hay ninguna ley que requiera la separación de las familias migrantes”, dijo Ur Jaddou, del proyecto DHS Watch de America´s Voice. “Trump está mintiendo, y su propio procurador, Jeff Sessions anunció el 7 de mayo que el 100% de las familias serían separadas”.
Ese día, el procurador de los Estados Unidos Jeff Sessions vino a San Diego, cerca de la frontera con México, para anunciar que partir de ese momento, “todos los migrantes que crucen ilegalmente serán acusados de un delito penal”, lo que seguramente resultará en la separación de adultos y los niños que vengan con ellos.
“He implementado una política de cero tolerancia: si cruzas la frontera ilegalmente, te vamos a presentar cargos penales”, dijo Sessions. “Si traficas a inmigrantes ilegales, te vamos a perseguir. Si traficas a un niño, te vamos a perseguir, si mientras o presentas un caso de asilo falso, es un delito grave y vas a ir a la cárcel”.
En efecto, el gobierno confirmó recientemente que la política, que comenzó a aplicarse de inmediato, ha resultado en la separación de más de 700 grupos familiares.
La noticia generó muchas críticas contra Trump, por lo que durante el fin de semana, Trump tuiteó que había que reclamarle a los demócratas:
“Presionen a los Demócratas para que pongan fin a la horrible ley que separa a los niños de sus padres una vez que cruzan la frontera hacia los Estados Unidos. “catch and release”, lotería y cadena también deben terminarse. ¡DEBEMOS continuar construyendo el MURO! LOS DEMÓCRATAS ESTÁN PROTEGIENDO A LOS MATONES DE MS-13″, dijo el mensaje del presidente.
@realDonaldTrump
Put pressure on the Democrats to end the horrible law that separates children from there parents once they cross the Border into the U.S. Catch and Release, Lottery and Chain must also go with it and we MUST continue building the WALL! DEMOCRATS ARE PROTECTING MS-13 THUGS.
Pero la política de separación sistemática de migrantes adultos de los hijos menores de edad con los que intentan ingresar a Estados Unidos para escapar la violencia en Centroamérica no fue instaurada por los demócratas, sino por el presidente Trump.
Expertos de organizaciones que lidian con la crisis de refugiados centroamericanos y la protección a menores migrantes, dijeron el martes por la mañana que las políticas de Trump “van mucho más allá” de las que implementó el anterior gobierno tras el inicio de la crisis.
“Este gobierno está separando a niños de sus padres y la clave de esto es que no hay ninguna ley que lo requiera”, dijo Michelle Brane, directora ejecutiva de la Comisión de Mujeres sobre Refugiados. “Además, pedir asilo en este país no es ilegal, no es un “hueco” en la ley”.
Durante una llamada con medios de prensa esta mañana, fuentes del gobierno de Trump responsabilizaron a los demócratas por “huecos” en la ley, incluyendo el acuerdo Flores, que data de principios de los años noventa y que fue el resultado de una demanda para lograr cambios básicos en el trato a niños migrantes.
Trump y sus asesores han asegurado que son esas protecciones las que hacen que las familias migrantes vengan a Estados Unidos o que los niños migrantes sean “traficados” a solicitud de sus familias, poniendo sus vidas en peligro.
Brané señaló que, si Trump quisiera, podría restaurar un programa que su propio gobierno mandó a eliminar, establecido durante el gobierno de Obama, que ofrecía alternativas a la detención de familias migrantes utilizando otras clases de monitoreo.
Desde que se inició la “cero zolerancia” en la frontera, cientos de padres han sido acusados de un delito, enviados a la cárcel y sus hijos están siendo procesados como los niños que vienen solos, por el Departamento de Salud y Servicios Sociales.
Expertos de ACLU, la comisión de mujeres y KIND (Kids in need of defense), dijeron que las separaciones, que deberían ser temporales, terminan siendo prolongadas -y quizá permanentes- porque el gobierno no tienen buenos mecanismos para reunificar a las familias.
“No hay política para permitir la comunicación de los padres y los hijos, los padres no saben dónde van sus hijos, ni hay un mecanismo coherente para reunir a los padres no los niños, luego que los adultos pasan unos días en la cárcel”, dijo Jennifer Podkull, de KIND.
La Unión de Libertades Civiles Americanas tiene una demanda pendiente contra el gobierno de Trump que ha pedido a los tribunales ordenar que su gobierno reúna a los niños separados de sus padres al llegar a la frontera.
“Ningún gobierno anterior hizo esto”, dijo Lee Gelernt, abogado de ACLU. “Es algo brutal. Todos los días nos llegan historias de niños pequeños rogando que no los arranquen de sus padres y padres llorando, pidiendo a hijos mayores que sean fuertes. Es horrible”.
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Fuente:La Opinion