LOS SENADORES CALIFICARON DE “CRUEL E INHUMANA” LA PRÁCTICA DE SEPARAR A NIÑOS DE SUS PADRES EN LA FRONTERA
WASHINGTON—Al denunciar el reciente suicidio de un inmigrante hondureño que fue separado de su familia, líderes demócratas del Senado exigieron este martes la aprobación de una medida que ponga un alto inmediato a esa práctica en la frontera sur.
Por ahora, la medida presentada la semana pasada por la senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, ya recabó el apoyo de 31 demócratas en el Senado, pero no tiene aún ni un solo apoyo republicano y no está claro que sea sometido a votación.
Durante una rueda de prensa en víspera de una gran movilización nacional contra la política migratoria de la Administración Trump, los senadores advirtieron de que esa política de “cero tolerancia” está dejando un saldo de muertes y daños extremos a familias inmigrantes.
Según Feinstein, desde octubre de 2016 hasta febrero pasado, 1,800 familias fueron separadas en la frontera sur, o alrededor de 100 por mes.
Desde que el fiscal general, Jeff Sessions, anunciara el pasado 8 de mayo pasado el enjuiciamiento de todo adulto que cruce ilegalmente la frontera, un promedio de 50 niños por día han sido separados de sus padres, o un total de 658 tan solo en 14 días el mes pasado, agregó Feinstein.
“Este no es el EEUU que conocemos y estamos acá para intentar ponerle freno (a la práctica)… la Administración argumenta que la ley exige la separación de familias, pero déjenme ser clara, eso es falso”, enfatizó.
“Ninguna ley requiere esta acción, y la Administración Trump debe revertir esta política hoy. Los niños están aterrorizados, los padres están desconsolados, y se está destruyendo a las familias”, observó Feinstein.
Su proyecto de ley, titulado “Acta para Mantener Juntas a las Familias”, prohibiría que, salvo algunas excepciones, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) pueda separar a las familias al ser detenidas en la frontera, o en una periferia de 100 millas dentro de la zona fronteriza.
La medida permitiría separar a los niños si un tribunal estatal elimina los derechos de tutela de un padre por el bienestar del menor; si las autoridades no pueden establecer los vínculos familiares, o si sospechan que el menor ha sido víctima de tráfico de personas o está en riesgo de serlo. También lo permitiría si el menor corre peligro de abuso o negligencia a manos de sus padres o guardianes legales, o si es un peligro para sí mismo o los demás.
A pocos pies de una gigante fotografía de una familia detenida en la frontera, Feinstein citó por nombre varios casos, incluidos en una demanda colectiva de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU), de padres de familia separados de sus hijos, a veces con engaños y, otras, por la fuerza.
Ese fue el caso de Marco Antonio Muñoz, un inmigrante hondureño que se suicidó en una cárcel en Texas el mes pasado, dos días después de que fue separado de su esposa e hijo de tres años.
Patrulla Fronteriza defiende trato de inmigrante hondureño que se suicidó tras separación de su familia
Los senadores demócratas Richard Blumenthal, Jeff Merkley y Kamala Harris, también denunciaron la práctica de separar a las familias, que afronta la repulsa de organizaciones médicas y organismos defensores de los derechos humanos dentro y fuera de EEUU.
Los tres condenaron la decisión de Sessions de negar asilo a personas que huyen de la violencia, y Blumenthal en particular dijo que el fiscal general tendrá “sangre en sus manos”.
Merkley, quien visitó el pasado fin de semana un centro en el que encontró a niños en “jaulas”, dijo que, en la era de Trump, “la Estatua de la Libertad no tiene una antorcha sino un par de esposas”.
Harris ha acusado a la Administración de cometer abusos a los derechos humanos de los inmigrantes.
La semana pasada, 113 organizaciones locales, estatales y nacionales enviaron una cartaal presidente Donald Trump para exigir un alto a la práctica, al señalar que ésta no fortalece la seguridad nacional sino que “traiciona los profundos valores estadounidenses”.
Esa política “es cruel e inhumana, se la ha inventado la Administración, y los legisladores de ambos partidos deben poner freno a esta indignante política”, dijo a este diario Vanita Gupta, presidenta de la “Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos” (LCCHR), uno de los firmantes de la carta.
En sentido contrario a los esfuerzos de Feinstein, una medida republicana del legislador Bob Goodlatte apretaría las tuercas contra la inmigración ilegal y restringiría aún más las visas para la inmigración legal.
Sólo que en la Cámara de Representantes, tampoco hay consenso sobre el rumbo de las negociaciones migratorias, y los demócratas aún necesitan tres firmas, de un total de 218, en una petición especial para obligar a un voto sobre el futuro de DACA.
Los demócratas deben reunir las 218 firmas antes de mañana para que la Cámara Baja pueda programar un voto sobre inmigración antes de fin de mes, de lo contrario, el esfuerzo quedaría sepultado.
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Fuente:La Opinion