El pasado viernes la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, aseguró durante una visita a la frontera en Caléxico que, de llegar a Estados Unidos, no permitirán el cruce a la fuerza, sino que deberá ser “humanitario” y “ordenado”.
La caravana que salió de Honduras el 13 de octubre y avanza por territorio mexicano rumbo a la frontera sur de Estados Unidos en el marco de un discurso encendido del presidente Donald Trump y nuevos anuncios para reforzar militarmente amplios sectores de los estados fronterizos de California, Arizona y Texas con el fin de hacer frente a la llegada de esta nueva ola de migrantes. “Nuestro ejército está siendo movilizado a la frontera sur.
Muchas más tropas llegando. NO permitiremos que estas Caravanas, que también están formadas por algunos matones y pandilleros muy malos, ingresen a Estados Unidos. Nuestra frontera es sagrada, deben ingresar legalmente. ¡REGRESEN!”, posteó este miércoles, dos días después de conocerse que levantará “ciudades de carpas” para recibirlos.
El pasado 21 de octubre, el mandatario advirtió un escenario violento tras el ingreso forzado de algunos migrantes que el 19 de octubre se enfrentaron a las autoridades federales mexicanas en el cruce fronterizo entre Tecún Umán (Guatemala) y Ciudad Hidalgo (México). “Se están haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar que el ataque de extranjeros ilegales cruce nuestra frontera sur”, escribió. “Las personas deben solicitar asilo en México primero, y si no lo hacen, EEUU los rechazará. ¡Los tribunales están pidiendo a Estados Unidos que hagan cosas que no son factibles!”, agregó.Esta mañana volvió a referirse a los enfrentamientos registrados entre algunos inmigrantes de la caravana y las tropas del Ejército mexicano, y lanzó un nuevo llamado para que el gobierno de México los detenga y evite que la marcha llegue a la frontera.
Cuando la caravana llegue a la frontera de Estados Unidos “los migrantes entrarán de manera ordenada. Las autoridades federales no van a permitir el desorden que vimos allá”, apunta Matt Adams, director del departamento legal del Proyecto para los Derechos de los Inmigrantes del Noroeste, en Seattle, Washington. A la pregunta respecto a qué sucederá con los miembros de la caravana cuando se entreguen a los agentes de la Patrulla Fronteriza, Adams dijo que “serán detenidos como cualquier persona que entra por un puerto fronterizo y pide asilo”.“No ocurrirá lo que vimos en México”, insistió. “No habrá piedras ni ingresos forzados”.
Tampoco cabe la probabilidad de que la caravana ingrese indocumentada a Estados Unidos por un lugar no autorizado. “No puedo imaginarme cómo lo harían tantas personas juntas entrando de esa manera a Estados Unidos. Es imposible”, añade Adams. “Nunca hemos visto, en ninguna ocasión, que un grupo de inmigrantes trate de entrar a la fuerza al país”, agregó. “La única manera es que, cuando la caravana de migrantes se presente en la frontera, se entreguen a las autoridades y van a ser detenidos”, precisó.
El pasado viernes la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, aseguró durante una visita a la frontera en Caléxico, que de llegar a Estados Unidos, el cruce no se hará a la fuerza, sino que será “humanitario” y “ordenado”.“Yo vi las imágenes del cruce de Guatemala a México. Quiero aclarar que eso no va a suceder aquí”, señaló Nielsen. “Aquí vamos a tener un cruce ordenado, humanitario pero ordenado, porque eso es lo que nosotros hacemos; lo hacemos como se tiene que hacer”, subrayó.
Ezequiel Hernández, abogado de inmigración que ejerce en Phoenix, Arizona, indica que si el ingreso ocurre con violencia “estarían justificando lo que dice el presidente en sus tuits cuando los ataca”.“Y en caso de que alguien cometa el error de tratar de entrar con violencia al país, obligaría al gobierno a defender su soberanía, la persona será arrestada, le levantarán cargos criminales, incluso pueden acusarlo de cometer un acto de terrorismo y perder su derecho a solicitar asilo”, añadió.
Si bien Hernández aclara, como Adams, que una situación de esta índole es “hipotética”, advierte que “cualquier amenaza o ataque a un agente federal de Estados Unidos provocará que la persona sea arrestada, enfrentará un proceso criminal, será separada de su familia hasta que el caso sea resuelto en un tribunal federal, podría enfrentar cárcel y finalmente deportado”. “El único camino es el asilo”, indica. “Las personas, cuando lleguen a la frontera, deben entregarse a un agente fronterizo y decirle que viene en busca de asilo. A partir de entonces navegará por un proceso que arranca con una entrevista de miedo creíble. Esa es la manera correcta de hacerlo”.
Decenas de migrantes suben a un remolque mientras otros hacen fila para tomar el próximo que los llevará a Niltepec, en el estado mexicano de Oaxaca. La caravana de migrantes que salió de Honduras el 13 de octubre ha puesto de relieve la ola de migrantes centroamericanos. Algunos esperan continuar hasta la frontera con EEUU y otros han aceptado recibir beneficios en México.