Los legisladores de Nueva York aprobaron el miércoles ampliar la asistencia financiera estatal a los estudiantes traídos ilegalmente al país cuando eran niños, una prioridad crucial de los liberales que los republicanos bloquearon durante años hasta que los demócratas se hicieron del control del Senado estatal a fines del año pasado.
La así llamada Ley DREAM (Desarrollo, Asistencia y Educación para Menores Extranjeros) asegurará que los niños de Nueva York tendrán el mismo acceso a los préstamos estatales y subvenciones sin importar su estatus legal en Estados Unidos. Para poder ser candidata a recibir ese apoyo, la persona debe tener un diploma de secundaria de Nueva York o su equivalente o cumplir con los requisitos para que se le asigne una matrícula que sólo pagan los estudiantes del estado.
California, Texas y otros cuatro estados tienen leyes similares. Se espera que en Nueva York la medida cueste 27 millones de dólares al año. Se crearía una nueva comisión estatal y fondo estatal para identificar fuentes privadas de financiamiento para becas.
“Los ‘dreamers’ están aquí. Son neoyorquinos”, dijo la asambleísta demócrata Carmen de la Rosa, que patrocinó el proyecto de ley. “A los ‘dreamers’ les digo esto: Hoy hacemos esto por ustedes. La puerta a la educación superior está abierta para todos”.
La medida era la máxima prioridad de los demócratas, ansiosos por impulsarla en medio de una larga lista de proyectos de ley que habían sido bloqueados en el Senado hasta que el partido ganó la mayoría en noviembre.
Los republicanos en el Senado y en la Asamblea argumentaron que la Ley DREAM era injusta para los contribuyentes y los inmigrantes que ingresaron legalmente, y que a las personas que entraron al país ilegalmente no se les debería dar el mismo nivel de respaldo.