Roberto Mendoza ha sido el chef del presidente Trump, Barack Obama, Bill Clinton, George Bush y la realeza internacional.
Pero su vida no siempre fue tan gratificante y para llegar hasta donde llegó tuvo un camino bien difícil.
Al crecer en El Salvador durante la guerra en los años 80, Mendoza recuerda que la comida no era fácil de conseguir en esa época. Nada era sencillo, incluso fue secuestrado durante dos meses.
El Ejército de Salvación lo encontró y lo envió a Canadá por seguridad. Desde Canadá, se fue a California.
“Sé lo que es tener hambre”, contó a Sunny Skyz News. “Cuando era un adolescente me dije que, si alguna vez estoy en condiciones de devolver algo al mundo, haría todo lo posible para asegurarme de que nadie más tenga hambre.
Hoy en día, Mendoza cocina para las personas sin hogar en Charlotte, Carolina del Norte, todos los sábados.
Con sus ganancias de lotería, planea construir una cafetería para un pequeño pueblo en la República Dominicana, que visita con frecuencia.
“Este último diciembre, llevé juguetes, ropa, zapatos y cociné para los más pequeños. Este es un pueblo muy pobre donde a veces comen y otras no”, explicó al medio mencionado.
Un gran ejemplo de superación y humanidad que muestran sus ganas de ayudar a los demás.