El gobierno federal abrirá una nueva instalación para detener a niños migrantes en Texas, y considera mantener detenidos a cientos más en tres bases militares de diversas partes del país, lo que sumará 3.000 camas a un sistema ya sobrecargado.
La nueva instalación de emergencia en Carrizo Springs, Texas, alojará a hasta 1.600 adolescentes en un complejo que alguna vez albergó a trabajadores petroleros, dijo Mark Weber, portavoz de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.
La agencia sopesa además el uso de bases del Ejército y de la Fuerza Aérea en Georgia, Montana y Oklahoma para alojar a otros 1.400 menores de edad en las próximas semanas, dado el alto número de niños que llegan a Estados Unidos sin compañía de un familiar o tutor adulto. La mayoría de los menores han llegado a Estados Unidos sin sus familias y están bajo custodia del gobierno mientras las autoridades determinan si pueden ser dejados bajo la tutela de familiares o amigos.
Todas las nuevas instalaciones serán consideradas albergues de emergencia temporales, y por lo tanto no estarán sujetas a los requisitos estatales de bienestar infantil, dijo Weber.