El gobierno del presidente Donald Trump reportó el lunes un declive de 30% en el número de migrantes aprehendidos en la frontera con México de julio a agosto, en medio de agresivas campañas del gobierno mexicano contra los migrantes que viajan hacia el norte.
El comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), Mark Morgan, dijo en la Casa Blanca que el porcentaje de personas que cruzan la frontera como familias también descendió de entre 65% y 70% de todos los migrantes a 55%.
Morgan atribuyó tal descenso en las cifras a los programas emprendidos por Trump para tal fin y a las drásticas medidas del gobierno mexicano contra los migrantes, lo que de acuerdo con Morgan resultó una disminución de 56% en tres meses. El comisionado restó importancia al fuerte calor de verano que tradicionalmente reduce el número de personas que intentan cruzar la frontera, y aseveró que la disminución “no tiene nada que ver” con las tendencias de la temporada.
“Estamos absolutamente motivados por la tendencia a la baja de los números de aprehensiones, pero sabemos que estas cifras siempre pueden ir hacia arriba”, comentó. “La historia nos ha mostrado eso. En el pasado hemos visto que ocurre”.
Agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron a poco más de 50.600 personas en la frontera sur en agosto, respecto a los casi 72.000 en julio y más de 132.000 en mayo, cuando los cruces fronterizos ilegales alcanzaron su punto máximo. Las autoridades en los puertos oficiales de entrada también regresaron a 13.300 personas en agosto, en comparación con 10.000 en julio. Hay aproximadamente 19.000 personas esperando en México para solicitar asilo en Estados Unidos.
La mayoría de los migrantes que se dirigen a Estados Unidos son familias centroamericanas que huyen de la violencia y pobreza de sus países y se entregan a las autoridades migratorias estadounidenses luego de cruzar la frontera. Muchos de ellos pretenden solicitar asilo.
El gobierno estadounidense ha dependido de las autoridades mexicanas para su programa “Permanecer en México”, que manda a los solicitantes de asilo a territorio mexicano para que esperen sus audiencias en cortes estadounidenses.
El lunes, Morgan señaló que Estados Unidos ha regresado a 42.000 solicitantes de asilo desde que se implementó el programa hace unos meses, pero no confirmó los reportes de que muchos habían sido secuestrados, asaltados o víctimas de extorsión en México.
Morgan dijo que el gobierno de Trump no puede depender de los gobiernos de México y Centroamérica para abordar lo que describió como una “crisis”. Exhortó al Congreso a actuar en la agenda del gobierno, que incluye reducir o eliminar las protecciones para las familias o niños que buscan solicitar asilo. Estados Unidos también ha presionado a Guatemala y a otros países a que acojan a los solicitantes de asilo que se dirigen a su territorio.