El aspirante a la nominación demócrata a la Casa Blanca Julián Castro visitó este martes a la indocumentada mexicana Edith Espinal en la Iglesia Menonita de Columbus (Ohio), donde permanece refugiada desde hace más de dos años, y le prometió su ayuda para evitar que sea deportada.
Vine porque quiero desafiar a nuestro sistema migratorio, y para movilizar a nuestro partido y al país en la dirección correcta”, dijo Castro en un breve acto realizado en la iglesia.
“Haré todo lo posible para abogar por Espinal, y si me convierto en presidente ella no será deportada”, prometió.
El exalcalde de San Antonio (Texas) y exsecretario de Vivienda del presidente Barack Obama, Castro fue el único de los doce aspirantes demócratas presentes en Columbus para participar en el debate presidencial que se realizará esta noche, que respondió al pedido de visita realizado por Espinal.
La inmigrante de 43 años, que se encuentra en la iglesia desde hace más de dos años para evitar la deportación, agradeció la presencia del precandidato y dijo que estaba feliz porque se cumplió en parte su deseo.
“Castro es una buena persona, protege a los inmigrantes y a sus familias y además sabe lo que siento, porque proviene de una familia de inmigrantes”, dijo.
Los dos se encontraron antes en privado en la habitación que ocupa Espinal en la iglesia, donde ella le contó su historia, ambos sentados en la cama.
Después del encuentro, Castro dijo en un tuit que se solidarizaba con Espinal y en contra de la “agenda migratoria cruel del presidente (Donald) Trump que destruye familias todos los días”.
El precandidato también se refirió a la multa de 497.777 dólares que la indocumentada recibió en julio por resistirse a la deportación.
“Edith no enfrenta solamente la deportación, sino que se encuentra entre por lo menos 10 inmigrantes que han recibido multas equivocadas por vivir en santuario” en iglesias, escribió.
La multa diaria de 799 dólares se basa en el Acta de Inmigración y Nacionalidad promulgada en 1952, “casi nunca utilizada”, dijo Castro, y que permite multar a quienes se les ha ordenado la deportación, y no se han ido.
Espinal es originaria de Michoacán, tiene tres hijos, dos de ellos ciudadanos, y ha vivido más de 20 años en Estados Unidos de manera irregular.
Su hija Stephanie, de 18 años, que ha sido su vocera y defensora, asistirá al debate para tratar de hablar con los otros precandidatos e informarlos sobre la situación de su madre.