Las bebidas que se mercadean a los niños con frecuencia contienen muchos azúcares y edulcorantes malsanos, y vienen en envases con porciones demasiado grandes, encuentra un informe reciente.
Ninguna de las 34 bebidas endulzadas del mercado infantil cumple las recomendaciones nutricionales de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP), según investigadores de la Universidad de Connecticut.
“Las bebidas endulzadas conforman alrededor de dos tercios de las ventas de bebidas para niños, en comparación con las mezclas de jugo 100 por ciento y agua”, señaló la investigadora principal, Jennifer Harris, directora de iniciativas de mercadeo del Centro de Políticas Alimentarias y Obesidad de la universidad, en Hartford. “A los padres quizá les sorprenda enterarse de que los pediatras, dentistas y otros expertos en la nutrición desaconsejan dar esas bebidas a los niños”.
Las bebidas endulzadas se han identificado como una fuente importante de calorías en exceso para los niños.
Los azúcares añadidos conforman un 17 por ciento de la ingesta calórica total de los niños y adolescentes, y las bebidas azucaradas contribuyen casi la mitad de todos esos azúcares añadidos, según la AAP.
En el estudio, Harris y su equipo observaron solo los productos mercadeados a los niños, e ignoraron los refrescos, las bebidas deportivas y los tés helados, que se promueven a una audiencia más amplia.
Identificaron 67 productos de 23 marcas de bebidas. Más o menos la mitad añadían edulcorantes, y los otros no.
En 2018, las bebidas endulzadas conformaron un 62 por ciento de los 2.2 mil millones de dólares en ventas de bebidas para niños, señalaron los investigadores. El jugo puro o las mezclas de jugo y agua conformaron un 38 por ciento de las ventas.
Una porción de las marcas de jugos de frutas más vendidos (Capri Sun, Hawaiian Punch, Sunny D y Minute Maid Lemonade) tenía más de un 50 por ciento de la cantidad diaria recomendada de azúcares añadidos para los niños, apuntaron los investigadores.
Dos tercios de las bebidas de frutas y las aguas con sabores endulzadas no contenían jugo de fruta en lo absoluto, según el informe. La mayoría de las que tenían algo de jugo contenían apenas un 5 por ciento.
Incluso el jugo de fruta 100 por ciento, que se supone que es más saludable, venía en envases que hacían que la bebida fuera potencialmente malsana para los niños, encontraron los investigadores.
La AAP ha recomendado que los niños de 1 a 3 años tomen como máximo 4 onzas (118 mililitros) de jugo puro de frutas al día, y los niños en edad preescolar de más edad un máximo de 6 onzas (177 ml).
“No necesitan jugo, pero si van a beberlo, deben beberlo en cantidades limitadas”, planteó Harris.
Pero la mayoría de las cajitas y las bolsas de jugo 100 por ciento de una sola porción contienen más de 4 onzas, lo que excede la cantidad diaria recomendada para los niños pequeños, encontraron los investigadores.
Y algunas cajitas y bolsas de jugo incluso superan las 6 onzas por porción recomendadas para los niños en edad preescolar.
“Encontramos muy pocos productos que serían adecuados para niños de menos de 3 años”, aseguró Harris. “La mayoría de las cajitas y bolsas de jugo contienen más de lo que un niño pequeño debería beber”.
Los expertos recomiendan que los niños de más de un año beban solo agua o leche solas, señaló.
“No necesitan ningún otro tipo de bebida”, apuntó Harris. “Si va a darles jugo, busque jugo 100 por ciento en porciones pequeñas”.
Los envases con frecuencia confunden las cosas, en lugar de aclararlas. Las marcas que ofrecen tanto bebidas endulzadas como bebidas sin edulcorantes añadidos con frecuencia usan envases, nombres de sabores e imágenes de frutas similares, observaron los investigadores.
Por ejemplo, alrededor del 85 por ciento de las bebidas endulzadas contienen imágenes de frutas en sus envases, pero solo un 35 por ciento contenían algo de jugo, dijeron los investigadores.
Los padres tienen que observar de cerca para darse cuenta qué contiene exactamente una bebida, aconsejó Harris.
“No puede fiarse de la parte delantera del envase para saber qué hay en las bebidas”, advirtió. “Hay que ver el panel de datos nutricionales para ver qué ingredientes contiene”.
Los investigadores también encontraron que las bebidas endulzadas se mercadean mucho a los niños.
Los niños de 2 a 1 años ven el doble de anuncios de bebidas endulzadas que de unas alternativas más saludables, apuntaron los investigadores. Esos niños también ven cuatro veces más anuncios de bebidas endulzadas que sus padres.
La Asociación Americana de Bebidas (American Beverage Association, ABA), respondió al estudio en una declaración.
“Las compañías de bebidas estadounidenses están de acuerdo en que es importante que las familias moderen el consumo de azúcar para garantizar un estilo de vida equilibrado y saludable, y que esto es particularmente así en los niños pequeños”, según la declaración.
“Nuestras compañías siguen de forma estricta las directrices establecidas por monitores independientes que limitan el mercadeo de las bebidas para niños al jugo 100 por ciento, el agua o las bebidas lácteas, y que monitorizan la publicidad en la televisión, en la radio y digital para confirmar el cumplimiento”, añadió la ABA.Kristi King, vocera nacional de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics), también reaccionó al informe.
“Quizá no sea lo que deseábamos ver, pero sin duda es útil que podamos usar este informe para, con algo de suerte, crear un plan que ayude a la salud de los niños”, planteó.
El sector de la atención de la salud y la industria deberán trabajar juntos para ayudar a reducir el acceso de los niños a un exceso de azúcar, dijo King, dietista sénior del Hospital Pediátrico de Texas, en Houston.
“No creo que sea algo que el sector de la atención de la salud pueda hacer solo trabajando con los padres”, comentó.
El informe del Centro Rudd, que se publicó el 16 de octubre, recomienda varias medidas para reducir el consumo de bebidas endulzadas de los niños, incluyendo:
Unos envases que indiquen con claridad en la parte delantera si un producto contiene azúcares añadidos, además del porcentaje de jugo que contiene. Unos impuestos estatales a las bebidas azucaradas. Una prohibición de la publicidad directa a los niños de las bebidas que contengan azúcares añadidos. Más información
La Academia Americana de Pediatría ofrece más información sobre las políticas públicas para reducir el consumo de las bebidas endulzadas.