La administración del presidente Donald Trump confesó este jueves que, en realidad, separó a 1,556 familias más de las que había declarado en corte. Con este nuevo dato, anterior a la entrada en vigor de la política de “tolerancia cero”, la cifra de familias separadas asciende a 5,500.
El gobierno reconoció haber separado a 2,800 unidades familiares migrantes cuando un tribunal federal de California le ordenó acabar con la medida en junio de 2018, como respuesta legal a la demanda que había interpuesto la Asociación Estadounidense de Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, desde entonces se han contabilizado más separaciones. Unas 1,090 tuvieron lugar después de la orden judicial y, por tanto, fueron una violación del mismo. Otras 1,556 – las reveladas el jueves- se realizaron antes de que el gobierno implementara su polémica política de ‘tolerancia cero‘. Entre estas últimas familias, había 207 niños menores de cinco años.
La política de ‘tolerancia cero’, que llevaba a juicio a cualquier persona que cruzara la frontera sin autorización, fue considerada la causa de las separaciones familiares.
En los últimos seis meses, el gobierno ha investigado caso por caso a los 33,000 niños que han estado bajo la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Esto ha permitido, según el abogado de ACLU Lee Gelernt, realizar un nuevo cómputo de las familias afectadas desde el 1 de julio de 2017. Sin embargo, ACLU está actualmente investigando posibles separaciones anteriores a esa fecha.
Este recuento llega después de que la oficina del Inspector General publicara en enero un informe que registraba que no habían podido identificar a muchas familias separadas. La “falta de un sistema de datos integrado” tanto en HHS como en DHS dificultó el conteo de familias separadas en la frontera. De hecho, a pesar de que la lista final sistemáticamente hasta diciembre de 2018, ahora han salido a la luz más separaciones.