El ayuno rutinario podría reducir el riesgo de insuficiencia cardiaca y muerte en pacientes que se someten a un cateterismo cardiaco, sugiere un estudio reciente. Incluyó a más de 2,000 pacientes que se sometieron a un cateterismo cardiaco entre 2013 y 2015. Se les dio un seguimiento posterior durante 4.5 años.
Los que hicieron ayuno con regularidad tuvieron una tasa de supervivencia más alta durante el seguimiento que los que no lo hicieron, según investigadores del Instituto Intermontañas Cardiaco de Atención de la Salud, en Salt Lake City, Utah.
El ayuno fue un potente factor de predicción de la supervivencia y de un riesgo más bajo de insuficiencia cardiaca incluso tras tomar en cuenta las conductas del estilo de vida, los medicamentos, los factores de riesgo cardiaco y otros problemas de la salud.
“Es otro ejemplo de cómo estamos encontrando que el ayuno regular puede conducir a unos mejores resultados de la salud y a una vida más larga”, aseguró en un comunicado de prensa del instituto el investigador principal, Benjamin Horne. Horne es director de epidemiología cardiovascular y genética del instituto.
El ayuno intermitente es un método de dieta en que uno prescinde de la comida o limita las calorías durante hasta 24 horas, o limita las horas del día durante las cuales come, por ejemplo de 7 a.m. a 3 p.m.
Aunque el estudio solo encontró una asociación y no prueba que el ayuno mejore la supervivencia, los investigadores señalaron que los hallazgos sí sugieren que no comer ni beber de forma rutinaria durante periodos cortos podría tener un efecto, y que ameritan más estudio.
Anotaron que el ayuno afecta el conteo de glóbulos rojos de una persona, además de los niveles de hemoglobina y de la hormona del crecimiento humano. También reduce los niveles de sodio y bicarbonato, y activa unos procesos metabólicos que contribuyen a una mejor salud cardiaca, afirmaron.
“Con el riesgo más bajo de insuficiencia cardiaca que encontramos, que es coherente con estudios anteriores sobre los mecanismos, este estudio sugiere que los ayunos rutinarios con una frecuencia baja a lo largo de dos tercios de la vida activan los mismos mecanismos biológicos que se propone que las dietas de ayuno activan rápidamente”, comentó Horne.
El ayuno de rutina durante un periodo de años condiciona al cuerpo para que active sus beneficios más rápidamente que lo usual, dijeron los investigadores.
Pero apuntaron que el ayuno no es para todo el mundo. Las mujeres embarazadas o que están amamantando, los niños pequeños y las personas mayores frágiles no deben ayunar.
El ayuno tampoco es una opción para las personas que han recibido un trasplante de un órgano, las que tienen un sistema inmunitario afectado, las que tienen enfermedades crónicas ni las que sufren de trastornos de la alimentación.
Los que toman medicamentos para la diabetes, la presión arterial o la enfermedad cardiaca deben ayunar solo bajo la supervisión de un médico, añadieron los investigadores.
Los hallazgos fueron presentados el sábado en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), en Filadelfia. Las investigaciones presentadas en reuniones por lo general se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.