Walter Gozzer, casado y padre de dos niños, llevaba 30 años viviendo en Estados Unidos. Para mantener su visa de trabajo tenía que reportarse rutinariamente ante el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) en Miramar (Florida).
La última vez que su esposa lo vio fue durante su visita del 20 de febrero de 2019, cuando los agentes de ICE decidieron arrestarlo y enviarlo al centro de detención de Homestead.
Un mes después, fue deportado a Perú, donde aún no ha logrado encontrar trabajo. Su esposa, quien era ama de casa, ahora limpia otros hogares para pagar las cuentas al final de mes.
“Cuando hace uno algo malo, no importa si es indocumentado o no, lo tiene que pagar. Pero mi esposo no tiene ni un ticket de la policía, absolutamente nada. En estos casos, lo único a lo que han venido es a trabajar, a pagar impuestos”, dijo Lily Montalván, esposa de Gozzer.
Pese a que el presidente Donald Trump advirtió desde el inicio de su Gobierno que detendría y deportaría a los “bad hombres” que llegaran a Estados Unidos, cada vez es más común que ICE detenga a inmigrantes que no tienen antecedentes criminales.
Desde el inicio del Gobierno del presidente Donald Trump, los arrestos de inmigrantes con antecedentes criminales disminuyeron en 13%. En comparación, los arrestos de inmigrantes sin antecedentes penales o que no han sido condenados por algún crimen incrementaron en 35%, de acuerdo con un análisis hecho por Noticias Telemundo a los reportes anuales de arrestos de ICE.
Un estudio del American Immigration Council confirmó que los arrestos ya no solo se enfocan en inmigrantes que representan una amenaza a la seguridad del país, como sucedió en el Gobierno del demócrata Barack Obama. Ahora son objetivo de ICE todos los inmigrantes indocumentados (o residentes permanentes) con infracciones criminales menores, sin importar sus vínculos socioeconómicos o familiares en Estados Unidos.
“El presidente dijo que todos en este país, sin importar su historia personal, serían objetivo de la aplicación de la ley migratoria. Los números reflejan eso”, aseguró Guillermo Cantor, director de investigación de esta organización.
ICE divide sus operaciones en 24 áreas de responsabilidad. En los últimos dos años, los arrestos de inmigrantes sin antecedentes criminales incrementaron en 18 de esas oficinas.
El área de responsabilidad de Miami, que incluye Florida, Puerto Rico y las Islas Vírgenes, registró el mayor aumento de arrestos de inmigrantes sin antecedentes penales: crecieron un 113% entre 2017 y 2019.
María Asunción Bilbao, de la organización United We Dream, aseguró que en Florida los inmigrantes son detenidos en zonas públicas sólo por su apariencia. Otros son arrestados por violencia doméstica después de que, en un conflicto familiar, alguien llama a la policía. O atrapados por la policía por manejar sin licencia sin conducir.
Tal es el caso de Rubén Moroyoqui, mecánico de 45 años, quien fue detenido en 2017 mientras iba en camino a recoger autopartes. Cuando lo detuvieron, el oficial le pidió su licencia de conducir y le preguntó si estaba en el país legalmente. De inmediato fue puesto a disposición de ICE, que intentó deportarlo a México.
“Siento gran respeto y amor por este país”, dijo a la agencia de noticias The Associated Press este padre de cuatro hijos estadounidenses, que entró de forma indocumentada hace 16 años.
Bud Conlin, activista del Círculo de Protección de Miramar, agregó que ahora es común que aquellos inmigrantes que deben presentarse con ICE rutinariamente sean detenidos y deportados, pese a que este tipo de personas no fueron prioritarias con Obama.
“Lo vemos todo el tiempo. Obama se ganó el apodo de deportador en jefe, pero durante su Administración había discreción y prioridades. Desde 2017 no hay discreción, no hay prioridades”, explicó Conlin.
De los 318,570 delitos por las que fueron condenados los 92,108 inmigrantes detenidos por ICE el año pasado, 88,823 (el 28%) fueron por ofensas de tráfico, incluyendo conducir bajo el efecto del alcohol. Otras 46,888 ofensas (15%) fueron por delitos de inmigración, es decir, entrar ilegalmente en el país.
Los activistas advirtieron que dichas ofensas no representan a los criminales que verdaderamente son un peligro para las comunidades.
“Cuando se asignan recursos para alcanzar ciertos números o cuotas, ICE termina yendo a una comunidad, arrestando personas, haciendo arrestos colaterales y causando mucho dolor a familias y comunidades”, añadió Cantor.
¿Dónde son más comunes los arrestos de inmigrantes sin antecedentes criminales?
Donde aumentaron los arrestos entre 2017 y 2019
Miami (Florida, Puerto Rico, Islas Virgenes): 113% de aumento
El Paso (Oeste de Texas, New Mexico): 83%
San Antonio (Centro de Texas): 83%
Salt Lake City (Utah, Idaho, Montana, Nevada): 77%
Dallas (Norte de Texas, Oklahoma): 58%
Denver (Colorado, Wyoming): 45%
Houston (Sureste de Texas): 45%
New York City (Manhattan, Queens, Brooklyn, Bronx y los condados de Duchess,
Nassau, Putnam, Suffolk, Sullivan, Orange, Rockland, Ulster y Westchester): 43%
New Orleans (Alabama, Arkansas, Louisiana, Mississippi, Tennessee): 36%
Detroit (Michigan, Ohio): 33%
Chicago (Illinois, Indiana, Wisconsin, Missouri, Kentucky, Kansas): 28%
Phoenix (Arizona): 25%
Baltimore (Maryland): 25%
St. Paul (Iowa, Minnesota, Nebraska, North Dakota, South Dakota): 23%
Washington (District of Columbia and Virginia): 23%
Atlanta (Georgia, North Carolina y South Carolina): 18%
Newark (New Jersey): 8%
Seattle (Alaska, Oregon, Washington): 4%
Donde disminuyeron los arrestos entre 2017 y 2019
San Diego (San Diego e Imperial County): 51% de disminución
San Francisco (Northern California, Hawaii, Guam): 32%
Boston (Connecticut, Maine, Massachusetts, New Hampshire, Rhode Island, Vermont): 7%
Buffalo (Norte de Nueva York): 9%
Los Angeles (Los Angeles, Orange, Riverside, San Bernardino), y la Costa Central (Ventura, Santa Bárbara y San Luis Obispo): 9%
Philadelphia (Delaware, Pennsylvania, West Virginia): 18%