La canciller de Argentina, Susana Malcorra, defendió que el propósito de la reunión que hoy se celebra en la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre la crisis venezolana “no puede ni debe interpretarse como acto de injerencia o condena” sino que es “la misma mano tendida de siempre”.
Argentina pidió al gobierno de Nicolás Maduro iniciar “una nueva etapa del diálogo” con la oposición en la que cumpla compromisos de la anterior como “la liberación de los presos políticos, el respeto a las normas constitucionales, la separación de poderes y un calendario electoral con presencia de observadores”.
Asimismo, solicitó la “cancelación de la convocatoria de la Constituyente, el cese de las detenciones arbitrarias y del enjuiciamiento de civiles por justicia no civil”.
En su turno de palabra, que es de seis minutos para cada Estado, la vicepresidenta y ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Isabel de Saint Malo de Alvarado, coincidió con la mayor parte de las demandas de Argentina.
Así, pidió a Venezuela “dar pasos de inmediato que den confianza” como la “liberación de los detenidos, el respeto a la libertad de expresión, la apertura de un canal humanitario y el respeto a las facultades de los órganos democráticos electos”.
Por su parte, la canciller colombiana, María Angela Holguín, consideró que “el proceso de la Constituyente en este momento es negativo para el país”, al tiempo que indicó que “el camino es que la Asamblea Nacional recobre sus funciones y responsabilidades”.
“Y pueda -prosiguió- constatarse una verdadera separación de poderes. Además, debe evitar la represión contra la población civil que se manifiesta en las calles, liberar a los presos políticos y no armar a la población civil”.
La Sala Constitucional del Supremo de Venezuela resolvió hoy que Maduro está capacitado para impulsar la Asamblea Constituyente sin que haya un referendo previo.
Los cancilleres americanos llegan hoy divididos a su primera reunión sobre la crisis de Venezuela, con tres proyectos de declaración sobre la mesa que por el momento parecen difíciles de conciliar para lograr aprobar un texto común, lo que requiere el apoyo de dos tercios de los 34 Estados acreditados, es decir, 23.
Con Venezuela, son 34 de los 35 países americanos los que están acreditados para la reunión, 18 de ellos representados por su responsable de Relaciones Exteriores.
La delegación de Venezuela en la OEA dio hoy la sorpresa al acreditarse para la reunión, cuya convocatoria provocó que el gobierno de Maduro solicitará salir de la organización el 28 de abril, aunque no será efectiva hasta 2019.
Venezuela está inmersa desde el pasado 1 de abril en una ola de protestas convocadas tanto por el Gobierno como por la oposición, muchas de las cuales han derivado en hechos violentos que dejan al menos 59 muertos y un millar de heridos.
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Fuente:EFE