Inmigración.- Desde que llegó a la Casa Blanca, Donald Trump se ha encargado de intentar cumplir sus promesas electorales lo antes posible, desde la abolición del Obamacare hasta los planes de construir un muro a lo largo de la frontera que separa México de Estados Unidos.
Sin embargo, los republicanos no están de acuerdo con el modo en que el presidente está gestionando el tema de los “Dreamers“, los indocumentados que llegaron al país cuando eran niños y que, a día de hoy, cuentan con la protección del sistema DACA (Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) establecido por Barack Obama en 2012.
Según datos federales, pese a que Trump prometió a sus votantes que acabaría con la iniciativa de su predecesor, a la que calificó durante su campaña como “una amnistía ejecutiva anticonstitucional“, la realidad es que decenas de miles de inmigrantes sin papeles han recibido recientemente permisos de trabajo por parte de la actual administración.
En concreto, más de 17,000 nuevas solicitudes de admisión en el programa DACA fueron aprobadas durante los tres primeros meses de 2017, y, además, 107,000 inmigrantes que ya se encontraban en el sistema consiguieron que su autorización laboral fuera renovada por dos años más, lo que demuestra que la iniciativa de Obama continúa vigente.
De acuerdo a The Washington Post, pese a que muchos defensores de los inmigrantes temen que la continuidad del programa DACA sea una estrategia de Trump para facilitar las deportaciones, por el momento el presidente no ha declarado la guerra a los “Dreamers”, y eso es algo que los seguidores más tradicionalistas del presidente no están dispuestos a aceptar.
“Es una violación de una de sus principales promesas electorales“, aseguró Dale Jackson, locutor de radio en una emisora conservadora de Huntsville, Alabama, quien en febrero preguntó al secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, por qué Trump no había tomado medias contra el programa DACA.
Jackson subrayó que, a diferencia de otras medidas que sí requieren la aprobación del Congreso para ser aprobadas o abolidas, el presidente podría haber anulado los permisos de trabajo de los “Dreamers” desde un primer momento a través de un decreto ejecutivo.
“Trump tiene el poder de acabar con el programa DACA, y por eso no entiendo cuáles son los motivos que le impiden cumplir con algo que prometió durante su campaña. Nada de esto tiene sentido”, añadió Jackson.
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Fuente:La Opinion