LOS TRABAJADORES TESTIFICARON QUE A MENUDO TRABAJABAN TURNOS DE 12 A 16 HORAS SIN GUANTES, CASCOS O MÁSCARAS
Se conocen nuevos detalles del momento cuando Donald Trump contrató a cientos de inmigrantes indocumentados procedentes de Polonia para demoler un edificio en Nueva York. Solo les pagaban $4 dólares la hora.
Los trabajadores y su contratista, William Kaszycki de Kaszycki & Sons, demandaron a Trump por prácticas laborales injustas en 1983. El litigio se prolongó durante 15 años y terminó cuando el magnate inmobiliario accedió a pagar un acuerdo por $1,375 millones de dólares, según un artículo del New York Times.
“Trabajamos en condiciones inaguantables y terribles”, dijo al New York Times Wojciech Kozak, uno de los trabajadores polacos indocumentados. “Estábamos asustados como inmigrantes ilegales y no sabíamos lo suficiente sobre nuestros derechos”.
Estos detalles se vinieron a conocer la semana pasada, tras la decisión del juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos Loretta A. Preska, que ordenó que los documentos se hicieran públicos, luego de que el acuerdo se mantuviera reservado para el público durante casi dos décadas.
De acuerdo con los testimonios de la corte, Trump se dio cuenta de Kaszycki y de su equipo de 200 trabajadores polacos indocumentados cuando visitó el sitio de construcción cerca de Bonwit Teller en la Quinta Avenida. Esta obra de demolición dio paso a su Torre Trump de 58 pisos.
“Le gustaba la forma en que los hombres estaban trabajando en la calle 57”, testificó Zbignew Goryn, un capataz en el sitio de construcción. “(Trump) dijo ‘esos muchachos polacos son buenos y trabajadores”.
Trump había contratado a Kaszycki para el trabajo de demolición en enero de 1980. Más tarde, muchos de los trabajadores testificaron que a menudo trabajaban turnos de 12 a 16 horas sin guantes, cascos o máscaras.
La demanda se produjo después de que Kaszycki dejó de pagarle los salarios a los trabajadores indocumentados. A raíz de esto los trabajadores llevaron su caso al abogado John Szabo, quien contactó directamente a Thomas Macari, vicepresidente de la Organización Trump.
Según el informe del New York Time, Macari comenzó a pagar a los trabajadores en efectivo para evitar el cierre del lugar de trabajo.
Durante el juicio Trump testificó que no sabía “que había extranjeros ilegales” trabajando en su sitio de demolición, una afirmación refutada por Szabo, quien dijo que Trump amenazó con deportar a los hombres a través de su abogado.
Eventualmente, Szabo consiguió que el Departamento de Trabajo abriera un caso sobre los sueldos y horas no remuneradas para los trabajadores, el cual terminó ganando una sentencia de $254,000 en contra de Kaszycki.
Otro trabajador, Harry Diduck, presentó una demanda contra Kaszycki en una corte federal, donde un juez dictaminó que Trump era el empleador legal de los trabajadores polacos indocumentados.
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Fuente:La Opinion