MILES DE POLICÍAS Y SOLDADOS BUSCAN GARANTIZAR LA DIVERSIÓN DE TURISTAS QUE RECIBIRÁN EL 2018 EN LA “CIUDAD DEL PECADO”
Las Vegas se blindará con casi 2,000 miembros de la Guardia Nacional y la Policía local, con apoyo aéreo y de francotiradores, para garantizar la seguridad en la multitudinaria celebración de Año Nuevo cuando se cumplen tres meses de la peor matanza a tiros de la historia moderna de EEUU.
El aeropuerto y otros puntos sensibles de la ciudad de los casinos, como su famoso bulevar, el Strip, donde se cometió la masacre el 1 de octubre pasado, recibirán especial vigilancia para que los más de 330,000 asistentes previstos puedan celebrar el nuevo de año sin sobresaltos.
Para ello, además de la presencia de 1,500 policías y 360 miembros de la Guardia Nacional, al menos 20 vehículos militares vigilarán la zona y se doblarán las unidades de respuesta rápida desplegadas habitualmente en este tipo de celebraciones.
“Tenemos los helicópteros que estarán vigilando el área, atención médica en puntos especiales y francotiradores en ciertos edificios que, por obvias razones, no podemos divulgar cuáles son”, aseguró el oficial Aden Ocampo-Gómez.
El vocero de la Policía Metropolitana de Las Vegas aseguró que, a pesar de este fuerte despliegue, los asistentes no notarán la “diferencia” y se podrán “divertir sin sentir que algo sucede”.
La vigilancia para evitar que se repita la matanza de octubre pasado, en la que murieron 58 personas que asistían a un concierto al aire libre, también contará con expertos en inteligencia, pues el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) elevó el protocolo de seguridad al Nivel 1, el máximo.
Un buen número de los agentes de la Policía local ya trabajan en el Strip donde se despedirá el 2017 con fiestas y actuaciones de Britney Spears, Foo Fighters, Bruno Mars y Maroon 5, entre otros.
Además, la Policía indicó a medios locales que utilizará drones para vigilar la multitud y cualquier tipo de actividad inusual, así como identificar y rastrear posibles paquetes sospechosos.
Precisamente, la Policía Metropolitana de Las Vegas había recibido cinco drones días antes del tiroteo, aunque todavía no habían comenzado a usarlos cuando Stephen Paddock comenzó a disparar desde el hotel y casino Mandalay Bay a la multitud congregada en un concierto cercano.
La Policía local y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) siguen sin tener certezas sobre los motivos que llevaron a Paddock a cometer esta matanza en la que resultaron heridas además medio millar de personas.
Precisamente sobre el tiroteo, el FBI espera que el reporte sobre las posibles causas de la masacre se pueda dar a conocer cuando se cumpla el primer aniversario de la tragedia.
Con todo, las autoridades aseguran que la ciudad está lista para alejar cualquier duda que el tiroteo haya podido sembrar sobre su capacidad para proteger multitudes en eventos como el de la noche del 31 de diciembre, pero recuerdan a la gente que debe colaborar en la aplicación de estas medidas.
Ni al Strip, donde se produjo la masacre de octubre, ni a la calle Freemont, en el centro de la ciudad, se permitirá el acceso con mochilas, paquetes o bolsos grandes, contenedores de vidrio, ni neveras portátiles.
Los asistentes podrán entrar sólo bolsas o carteras pequeñas donde, literalmente, no quepa ningún tipo de arma a las cerca de 3 millas (5 kilómetros) del Strip que estarán cerrados al tráfico en la noche del domingo.
Esta zona estará protegida además con cerca de 800 bolardos de cemento para evitar que nadie pueda entrar con un vehículo en la zona para cometer un atropello masivo entre los asistentes a los conciertos y ver los fuegos artificiales que ofrecerán los principales casinos de la ciudad.
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Fuente:EFE