SE PREVÉ QUE HOY EL TRIBUNAL SUPREMO SE PRONUNCIE SOBRE DACA
WASHINGTON— El Senado rechazó este jueves tanto el Dream Act como el plan migratorio del presidente Donald Trump, y otras dos medidas para la legalización de los “Dreamers”, lo que sumió a los jóvenes indocumentados en una mayor zozobra y los dejó a merced del Tribunal Supremo.
El portazo del Senado a las cuatro medidas, incluyendo una con el plan migratorio Trump, supone un duro revés para el movimiento de los “Dreamers”, que desde siempre abogó por un “Dream Act limpio”, sin ataduras o condiciones de seguridad fronteriza para su legalización.
Cada una de las medidas derrotadas necesitaba 60 votos para limitar su debate y proceder a su votación definitiva. El Congreso tendrá receso toda la próxima semana por el feriado de “President´s Day” y no está claro si habrá o no un nuevo comienzo.
Aunque los senadores coincidieron en la codificación de DACA y el fortalecimiento de la seguridad fronteriza, la mayor discordia surgió en torno a qué hacer respecto a una reforma del sistema de visas: los conservadores insistieron en poner fin a la “inmigración en cadena”, o visas de reunificación familiar, y los demócratas se negaron a hacer concesiones en esa materia.
Las votaciones dejan en limbo a los cerca de 700,000 jóvenes indocumentados amparados al programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, que mantendrán su protección hasta que venzan sus permisos.
Trump prometió a los “Dreamers” una solución “con corazón”, pero posteriormente endureció su postura y comenzó a incluir más exigencias a cambio de su legalización, con un polémico plan que incluye $25,000 millones para la construcción de un muro y el recrudecimiento del combate contra los inmigrantes indocumentados en la frontera y al interior del país, la eliminación de la “lotería de visas” y una drástica reducción en las visas de reunificación familiar.
El mandatario añadió un ultimátum: no firmaría ninguna ley que no incluyese los elementos de su plan migratorio.
Cuatro veces “no”
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, prometió el mes pasado a los demócratas dar luz verde a un debate migratorio si aprobaban una medida para evitar el cierre del gobierno.
A final, tras un vaivén de negociaciones a puerta cerrada, surgieron cuatro medidas listas para el voto de hoy, y ninguna reunió 60 votos para proceder a la votación final.
La primera medida, propuesta por los senadores John McCain, republicano por Arizona, y Chris Coons, demócrata por Delaware, ofrecía la legalización y eventual ciudadanía a 1,8 millones de “Dreamers”, con ciertas medidas de seguridad fronteriza pero sin dinero para el muro. La votación de esa medida fue de 52-47.
La siguiente medida, propuesta por el senador republicano de Pensilvania, Pat Toomey, negaba fondos policiales a “ciudades santuario” que no cooperan con las autoridades de Inmigración en la caza de inmigrantes indocumentados. Esa logró una votación de 54-45.
La tercera medida, presuntamente la más “centrista” y que incorporaba el “Dream Act”, incluía la legalización de 1,8 millones de jóvenes indocumentados –pero no la de sus padres-, y $25,000 millones para la seguridad fronteriza. La votación de la medida “Rounds-King”, creada por el “Caucus de Sentido Común”, también fracasó, con 54-45.
La medida centrista afrontaba la amenaza de un veto presidencial y el rechazo del Departamento de Seguridad Nacional. Al final, tuvo el “no” de un puñado de demócratas, incluyendo la senadora de California, Kamala Harris, y ocho republicanos.
Harris, explicó que votó en contra de esa medida y en cambio apoyó la de “McCain-Coons” porque aunque no era “perfecta”, a su juicio, sólo ésta contenía cláusulas “razonables” para la seguridad fronteriza.
California tiene el mayor número de “Dreamers” en la nación, unos 220,000.
La cuarta y última medida, del senador republicano por Iowa, Chuck Grassley, incluía todos los puntos del plan de Trump, y prácticamente desmoronaba el sistema de visas legales. Esa tuvo la peor votación de todas, 39-60, enviando un mensaje de que ese plan tampoco tiene futuro en el Congreso.
Bajo presión de grupos en polos opuestos
Previo a la votación, decenas de “Dreamers” del grupo “United We Dream” visitaron las oficinas de Grassley y otros republicanos como un último empujón para que rechazaran el plan de Trump y apoyaran el “Dream Act”.
La “Dreamer” boliviana, Claudia Quiñones, dijo a este diario que, los meses de lucha de su movimiento no podrán ser en vano.
El plan de Trump es sinónimo de “racismo, la separación de familias, las deportaciones, los llantos… hemos estado acá desde agosto del año pasado y no vamos a parar hasta que podamos conseguir un alivio que incluya la unificación de las familias”, aseguró Quiñones, cuyo permiso de DACA vence en junio de 2019.
En paralelo, la Casa Blanca también presionó para derrotar todas las medidas sobre la mesa, y en una conferencia telefónica con periodistas, un funcionario acusó hoy al senador Lindsey Graham de ser un “obstáculo para una reforma” por apoyar la medida centrista.
Graham no se dejó intimidar y replicó que mientras Trump se deje mandar por su asesor ultraconservador, Stephen Miller, las negociaciones “no irán a ninguna parte”.
Una “crisis fabricada”
Casi al unísono, la mayoría de los demócratas y grupos afines en todo el país acusaron a Trump de torpedear los acuerdos bipartidistas, y prometieron continuar la lucha por el Dream Act.
Según los demócratas, expertos legales, y activistas pro-inmigrantes, Trump es el único responsable de una “crisis fabricada” al desmantelar DACA en septiembre pasado e imponer un plazo artificial del próximo 5 de marzo para encontrar una solución consensuada.
“El fracaso del Senado es vergonzoso y desalentador. Si los republicanos hablaran con seriedad sobre la protección de los Dreamers, entonces se enfrentarían a la agenda nacionalista blanca de Trump”, dijo a este diario David Leopold, abogado de inmigración.
“Creo que el gran perdedor hoy fue Donald Trump porque también su plan fue rechazado. Trump prácticamente le envío al Senado una nota pidiendo un rescate (por los “Dreamers”) disfrazada de una medida que eliminaría la reunificación familiar y la diversidad migratoria, además de pedir dinero por su muro y debilitar el debido proceso”, observó.
Dos tribunales han fallado en contra de la cancelación arbitraria de DACA -uno el mes pasado y otro el martes pasado-, y la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) lo ha reactivado pero sólo para la renovación de permisos.
Se prevé que tan pronto como mañana, el Tribunal Supremo se pronuncie sobre si aceptará o no a trámite la apelación de la Administración Trump al primer fallo, que emitió el mes pasado el juez federal de San Francisco (California), William Alsup.
El mejor escenario para los Dreamers es que el Tribunal Supremo se lave las manos y devuelva el caso al Noveno Circuito de Apelaciones, que la Administración Trump se saltó en el proceso de apelaciones, y es donde debe resolverse la legalidad del desmantelamiento de DACA.
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Fuente:La Opinion