Hasta ahora las únicas razones expuestas por algunos migrantes y dirigentes de la caminata que justifiquen el éxodo, son la pobreza, la falta de empleos y la violencia en Honduras.
Ninguna de estas causas garantizan el éxito, advierten abogados. Hasta ahora las únicas razones expuestas por algunos migrantes y dirigentes de la caminata que justifiquen el éxodo, son la pobreza, la falta de empleos y la violencia en Honduras. Ninguna de estas causas garantizan el éxito, advierten abogados.
Por ahora nadie asume la responsabilidad en la organización de la llamada ‘Caminata del Migrante’ que el viernes salió desde San Pedro Sula, Honduras, con destino a Estados Unidos para pedir asilo.“Esto surgió de manera espontánea, dijo un exdiputado del opositor Partido Liberal que se identifica como periodista independiente, pero de acuerdo con informes confidenciales de los gobiernos centroamericanos y de Estados Unidos, se trata de uno de los organizadores de esta nueva marcha.
El riesgo de ser detenidos y encarcelados indefinidamente en la frontera estadounidense es una amenaza cierta. El propio presidente Donald Trump confirmó que su gobierno estaba considerando, nuevamente, separar forzosamente familias migrantes en la frontera como parte de un plan para detener la inmigración indocumentada.
“Lamentablemente, eso es lo que dice la ley”, advierte Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego. “Las personas que piden asilo en la frontera pueden quedar detenidas de manera indefinida por un largo período de tiempo”.“No sé si las personas que integran esta caravana son ignorantes de esta situación o piensan que, de milagro, a ellos no los van a arrestar, ni a separar y tampoco tendrán consecuencias en la frontera.
Miden el miedo de acuerdo a sus precarias condiciones en sus países de origen, y toman decisiones sin tener en claro y en cuenta lo que les pueda ocurrir en el futuro”, indica.“La situación con los migrantes que cruzan Centroamérica y México poniendo en peligro sus vidas, dicen que en sus países se están muriendo de hambre y no arriesgan mucho.
Son muy tristes Las circunstancias que obligan a estas personas a abandonar sus países y sus hogares. Ellos desconocen la verdad, lamentablemente. Son vulnerables a que cualquiera les diga que un viaje les va a costar tanto y la persona, en su desesperación, lo paga y se arriesga.
No me extraña que esto esté sucediendo ahora”, teme Velásquez. “El punto es que se trata de personas muy pobres que pagan miles de dólares a los coyotes y quedan endeudados de por vida. Es una situación terrible lo que estamos viendo”, puntualiza.