Un nuevo caso de fraude migratorio fue descubierto por las autoridades federales.
Sarah Jane Brinson, de 34 años y oriunda de Clinton, Carolina del Norte fue sorprendida ayudando y auspiciando fraude migratorio en la solicitud de visa de uno de sus clientes, informó la fiscalía estatal. La acusación formal alega que Brinson, un abogado con licencia en Carolina del Norte, preparó y presentó en nombre de un cliente solicitudes de inmigración que contenían declaraciones falsas.
Según el reporte de las autoridades Brinson manejó el caso de un inmigrante de Guatemala que la contrató usando su nombre real, mientras estaba utilizando un nombre falso para trabajar ilegalmente en Estados Unidos.
El delito de la abogada fue que si bien conocía el nombre real de su cliente, certificó la firma como notario público que es con la identidad falsa, además de representarlo en el Tribunal de Distrito del Condado de Wayne en varios asuntos relacionados con infracciones de tránsito. Además, la acusación alega que Brinson preparó y presentó ante USCIS una solicitud de DACA y una solicitud de Autorización de Empleo (EAD), declarando bajo pena de perjurio que su cliente no había usado otros nombres.
Si es declarada culpable, Brinson enfrentaría penas máxima de 15 años de prisión, una multa de $500,000 y un período de libertad supervisada después de cualquier período de prisión.