GRUPOS DEFENSORES DE INMIGRANTES DICEN QUE ESTO CONFUNDE A LOS INMIGRANTES Y MINA LA CONFIANZA EN LAS FUERZAS DEL ORDEN
Así fue como se identificaron agentes de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) al llegar a la casa de una persona que buscaban durante el operativo reciente que terminó con el arresto de 161 indocumentados en el sur de California.
Cuando un hombre abrió la puerta, el agente migratorio le indicó nuevamente que era agente de policía y que estaban realizando una investigación.
Aunque no hay nada malo en esto, grupos proinmigrantes lo critican, pues dicen que genera confusión —y engaño- a indocumentados que no dudan en abrir la puerta.
También argumentan que esto podría minar la confianza de la comunidad indocumentada en las fuerzas del orden.
Es una táctica que las autoridades han utilizado por años cuando buscan a personas para detenerlas. Pero ante la expansión del número y categorías de indocumentados blanco de deportaciones, como se delineó esta semana, es algo que preocupa a los defensores de los migrantes.
Y la “Migra’ no es la única que utiliza estos engaños, que las cortes por años han defendido y permitido, ya que argumentan que en ocasiones son esenciales en medio de investigaciones.
Grupos proinmigrantes también indican que en muchas ocasiones los agentes migratorios se presentan a la casa de alguien sin una orden de cateo. Esto no les permite entrar a la vivienda, a menos que un adulto los admita.
En algunos casos en que ha ocurrido esto, abogados han argumentado exitosamente que las detenciones violaron los derechos constitucionales de sus clientes.
Un caso en Texas en 2008 revela este problema. Agentes migratorios llegaron a una vivienda y se identificaron como policías. Dijeron estar buscando a un hombre sospechoso de reentrar al país de forma ilegal. La madre del hombre respondió a los toquidos en la puerta y —creyendo que ella no los dejaría entrar- los agentes pasaron la foto de su hijo y la de otro hombre.
Ella se rehusó a abrir, pero al final los agentes entraron al lugar y no encontraron ni al hijo de la mujer ni al otro hombre.
Pero sí encontraron a una pareja con un pequeño niño. Al preguntarles sobre su estatus migratorio, el hombre admitió estar en el país “sin papeles”, por lo que fue detenido.
Eventualmente hubo una demanda y el juez dictaminó que los agentes violaron los derechos constitucionales y no permitió que evidencia recabada en la casa fuera utilizada en contra del detenido.
Las autoridades de ICE enfrentaron la pregunta sobre engaños hace una década después que agentes se identificaron como representantes de la Administración de Seguridad y Salud Laboral (OSHA) organizaron una reunión con trabajadores migrantes en Carolina del Norte y arrestaron a las personas que asistieron.
Ante las protestas de OSHA, líderes de ICE emitieron una serie de cambios a sus reglas que permiten engaños, pero requieren que los agentes obtengan permiso de cualquier agencia gubernamental o privada antes de hacerse pasar por ellos.
Grupos defensores de los migrantes planean pedir al jefe de la Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, al alcalde Eric Garcetti y al Concilio Municipal que tome pasos para asegurar que los agentes de ICE no se identifiquen como policías del LAPD.
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Fuente:La Opinion