La argentina María Bilbao es una ex trabajadora doméstica convertida en activista de inmigración. Cuando estaba indocumentada, pasó nueve años manejando sin licencia —un delito menor de segundo grado en el estado de Florida.
Durante ese período de tiempo, el auto de Bilbao fue chocado dos veces. En ambas ocasiones, ella le insistió a los conductores que habían causado los accidentes que no había problema, para evitar involucrar a las autoridades.
“[Tenía] medio que con manejar llegara a quedar detenida y todo el esfuerzo que vos haces, toda la vida que construís acá [se echara a perder]”, dijo. “Pero a la vez, con el transporte público es imposible”.
El miedo que sentía Bilbao cuando estaba detrás del volante era justificado. Conducir sin licencia es una de las infracciones de tránsito que, para los inmigrantes indocumentados, puede terminar en detención o deportación, y hay indicios de que ese tipo de aplicación de la ley está en aumento en Florida.
“Yo he tenido gente argentina que tuvieron un pequeño accidente, le llamaron a la policía y terminaron siete meses presos y deportados”, dijo Bilbao. “Tenía hijos americanos y llevaba 20 años acá. No tiene sentido”.
Por experiencia personal, personas como Bilbao entienden cómo la obtención de licencias de conducir podría ayudar a la población de inmigrantes indocumentados de Florida, que cuenta con alrededor de 750,000 personas. Ahora, un nuevo informe del Instituto de Políticas de Florida (FPI) muestra que, si el estado otorgara licencias a los inmigrantes, los demás residentes saldrían beneficiados.
Según el informe publicado este martes, otorgar licencias de conducir a todos los floridanos aumentaría de manera significativa los ingresos estatales —por un monto estimado de $68.6 millones en los primeros tres años de implementación— y mejoraría la seguridad pública al reducir los accidentes y los hit-and-runs.
“Ampliar el acceso a las licencias de conducir a todos los floridanos y aprovechar esta nueva fuente de ingresos tiene sentido para nuestro estado”, dijo Sadaf Knight, CEO de FPI. “Esta política inclusiva también haría nuestras carreteras más seguras y brindaría a los inmigrantes indocumentados la oportunidad de apoyar a sus familias y continuar contribuyendo a la economía estatal y local”.
Por el momento, otros 14 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico ya han adoptado planes que permiten a todos sus residentes obtener licencias de conducir, independientemente del estado migratorio.
UNA NUEVA FUENTE DE INGRESOS
Según el informe del FPI, expandir el acceso a las licencias de conducir generaría aproximadamente $68.6 millones en ingresos estatales dentro de los primeros tres años, una suma que provendría del pago de las tarifas de licencia, así como de las tarifas e impuestos asociados con la compra de vehículos.
Para llegar a la cifra de $68.6 millones, FPI estima que la mitad de los aproximadamente 685,000 inmigrantes en edad de conducir que están indocumentados en Florida buscarían obtener una licencia dentro de los primeros tres años después del cambio de ley.
Si esos 342,500 inmigrantes indocumentados pagaran la tarifa que todos los nuevos conductores en Florida deben pagar para obtener su licencia, eso generaría unos $16.4 millones para el estado. Los $52.2 millones restantes provendrían de la amplia gama de impuestos y tarifas que el estado recauda cuando los conductores compran y registran vehículos. Basado en la experiencia de otros estados, FPI espera que se compren, registren y titulen alrededor de 86,000 vehículos nuevos dentro de los tres años posteriores a la implementación de una política de licencia para todos. El dinero recaudado por este tipo de tarifas ayudaría a financiar el Departamento de Transporte de Florida así como diversos proyectos de infraestructura.
Un beneficio fiscal adicional que no se tiene en cuenta en la cifra de $68.6 millones es la posibilidad de que el acceso a las licencias pueda ayudar a los inmigrantes a obtener empleos con mejores sueldos, aumentando cada año las contribuciones de la comunidad indocumentada en impuestos locales y estatales.
“Sabemos por lo que ha pasado en otros estados que han implementado esto que, en general, si tienes un vehículo personal no tienes que depender tanto del transporte público y tal vez puedas viajar un poco más para un mejor trabajo que pague más”, dijo Alexis Davis, analista de políticas de FPI y autora del informe. “Y si ganas más, gastas más. Y todo esto contribuye a retroalimentar la economía”.
UNA ESTRATEGIA PARA MEJORAR LA SEGURIDAD VIAL
Para obtener una licencia, uno tiene que tomar un examen de manejo, aprender las reglas y señales de tráfico y someterse a un examen de visión y audición. Al evitar dicho proceso, los conductores sin licencia en Florida son más peligrosos que los conductores con licencia, e incluso aquellos que conducen con licencias suspendidas, según el informe de FPI.
Ha surgido una correlación entre el mayor acceso a las licencias y la seguridad vial en muchos de los estados que permiten que los inmigrantes indocumentados conduzcan legalmente, con tasas de conductores sin seguro, accidentes relacionados con el alcohol y accidentes fatales en franca disminución luego de que cambiara la ley.
En California, después que se otorgaron licencias de conducir a más de un millón de inmigrantes indocumentados, los hit-and-runs disminuyeron en un 10 por ciento, “lo que sugiere que la política redujo los temores de deportación y confiscación de vehículos”, según una investigación publicada en un estudio académico. Después de que Connecticut expandió el acceso a las licencias, los hit-and-runs en ciertas ciudades se redujeron en un 15 por ciento según datos oficiales, ayudando a los conductores a ahorrar millones de dólares en gastos relacionados con los accidentes.
Una política de licencias más inclusiva también podría resultar en un mayor porcentaje de conductores asegurados. En Nuevo México, los datos del DMV del estado sugieren que la tasa de personas sin seguro disminuyó del 33 por ciento en 2002 al 9.1 por ciento en 2011, coincidiendo con un cambio en la ley que expandió el acceso a las licencias.
PREOCUPACIONES CON LA CONFIDENCIALIDAD
Si bien las experiencias de otros estados que han otorgado licencias a inmigrantes indocumentados ilustran los beneficios que pueden producirse en el ámbito de la seguridad vial, también muestran cómo esa política puede comprometer la privacidad de los inmigrantes, permitiendo que las agencias del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS) obtengan acceso a información confidencial.
En julio se descubrió que, en al menos tres estados que ofrecen licencias a inmigrantes indocumentados, los funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) utilizaron tecnología de reconocimiento facial para analizar bases de datos estatales de fotos de licencias, extrayendo millones de fotos sin el conocimiento o consentimiento de los automovilistas.
La colaboración entre ICE y los DMV estatales también puede tomar otras formas, con las autoridades de inmigración simplemente pidiendo que los DMV compartan diferentes datos.
En el estado de Washington —a pesar de la oposición significativa a la agenda de inmigración del presidente Donald Trump— el Departamento de Licencias entregó las solicitudes de licencia de conducir de los inmigrantes indocumentados a funcionarios de ICE, una práctica que resultó en arrestos y deportaciones. Y en Vermont se descubrió que el DMV del estado había enviado nombres, fotos, registros de automóviles y otras informaciones sobre trabajadores migrantes a ICE.
“En Washington, ICE básicamente solo decía: ‘Hey, queremos esto’, y simplemente se le entregaba todo sin hacer preguntas”, dijo Davis. “Entonces tuvieron que movilizarse y hacer cambios”.
Los cambios realizados para reducir el libre flujo de información incluyeron solicitar a ICE que produzca órdenes judiciales para pedir información sobre automovilistas. Además, ahora se exige una revisión caso por caso de solicitudes por la parte de agentes federales para obtener fotos, registros de vehículos u otros documentos. Esas son soluciones que Davis piensa que la Florida también podría implementar para salvaguardar la privacidad de los inmigrantes.
“Hoy en día, Florida es como Washington solía ser. Cuando alguien les solicita información, la comparten. No hay nada que les prohíba hacer eso”, dijo. “Entonces, para los activistas y los legisladores y las personas que se están preparando para impulsar este movimiento, [es un problema] que está en el radar de todos”.
EL FUTURO DE LAS LICENCIAS PARA TODOS EN LA FLORIDA
El senador estatal republicano David Simmons, presidente pro tempore del Senado de Florida y presidente del Comité Judicial, dijo que tiene la intención de presentar un proyecto de ley en la Sesión Legislativa 2020 que permitiría a los residentes indocumentados tener acceso a licencias de conducir.
Alexis Davis, la autora del estudio de FPI, dijo que “[Los inmigrantes indocumentados] son personas que ya están contribuyendo a nuestro estado. Son nuestros vecinos y nuestros amigos. Sabemos que es correcto permitir que participen plenamente en nuestra economía y que conduzcan sin temor”.
Agregó: “Pero reconozco que tendrán que tomar esa decisión individualmente. Podemos tomar medidas para proteger la confidencialidad pero, por supuesto, no es una garantía. Entonces van a tener que tener en cuenta ese riesgo”.