LOS ACTIVISTAS RECHAZARON LAS EXPLICACIONES DE ICE DE QUE “SOLO HACEN CUMPLIR LAS LEYES”
WASHINGTON— Cargando un ataúd con las imágenes de dos jóvenes inmigrantes que murieron recientemente en la frontera, activistas cívicos y religiosos llamaron “criminal” al presidente Donald Trump por su política migratoria, al culminar este martes su “Caminata por la Dignidad”, de 800 millas desde Illinois, para exigir el cese de las deportaciones.
Los activistas, liderados por el reverendo José S. Landaverde, iniciaron la caminata en Aurora (Illinois) el pasado 28 de abril, con el objetivo de exigir “dignidad, respecto y protección” para los once millones de inmigrantes indocumentados en EEUU, incluyendo a los amparados al TPS y DACA, un fin a la “militarización” de la frontera sur, y un cese a las deportaciones.
Según Landaverde, Trump es un “criminal” por el efecto que está teniendo su política en la comunidad inmigrante, particularmente la separación de familias y deportaciones, aun cuando muchos tienen casos de asilo.
“Un agente que asesina a una persona no está cumpliendo ninguna ley. Está violando las leyes y la Constitución, ese tiene que ser penalizado. El presidente es responsable, y el jefe de Inmigración, de la muerte de muchos de nuestros hermanos”, dijo a este diario Landaverde.
A pocos pies de distancia, Haydee Torres, activista en Virginia del movimiento “Cosecha”, ayudaba a cargar un ataúd de cartón con imágenes de la guatemalteca Claudia Patricia González y la hondureña Roxana Hernández, como símbolo de lo que calificó como la “represión” de las autoridades de Inmigración.
“Queremos justicia para Claudia y Roxana, que fueron víctimas de una política inhumana. Queremos justicia para todos los inmigrantes; la Administración tiene que responder por estas muertes“, dijo Torres.
González, de 20 años, había emigrado de una comunidad indígena en San Juan Ostuncalco, pero falleció a manos de la Patrulla Fronteriza mientras intentaba cruzar ilegalmente la frontera hacia Texas, y su caso generó titulares internacionales.
Hernández, una inmigrante transgénero de 33 años, estuvo en la caravana de migrantes que se presentó en la frontera sur de California el mes pasado para pedir asilo, y falleció en un hospital de Nuevo México poco después de haber sido trasladada a un centro de detención bajo contrato con ICE en ese estado.
Numerosos grupos cívicos han pedido que se abra una investigación de ambos casos.
La salvadoreña María Chávez, proveniente de Chicago, lleva 27 años en EEUU y obtuvo la ciudadanía hace 16 años, pero se sumó a la caminata porque su primo fue recientemente deportado, dejando atrás a un niño nacido en EEUU.
“Como ciudadana americana estoy apoyando que no se separan más las familias, que no se separan los hijos de padres porque es difícil cuando separan a los niños de sus papás“, explicó Chávez.
Mientras los activistas realizaban la protesta en el Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, Landaverde recibió noticia de que agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) acababan de arrestar a trabajadores en sendas redadas en Ohio e Illinois.
Trump dijo en Twitter erróneamente que la separación de familias en la frontera “es culpa de mala legislación aprobada por los demócratas”, pero que su gobierno al menos ha comenzado la construcción de su prometido muro fronterizo. Trump omitió que ni él ni sus aliados republicanos han logrado un voto para regularizar a los “Dreamers” como prometieron.
Horas antes, el director interino de ICE, Tom Homan, dijo durante un evento conservador que ICE “no está separando familias” en la frontera sur y que, en todo caso, los agentes sólo están haciendo cumplir las leyes migratorias y no merecen los ataques de grupos de la comunidad inmigrante.
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Fuente:La Opinion