El Servicio de Inmigración y Control de Fronteras (ICE, en inglés) envió el pasado martes a una niña de cuatro años a la Ciudad de Guatemala sin advertir antes a su familia para que fuera a recogerla al aeropuerto.
Su padre, que vive a ocho horas de distancia de la capital, sólo fue advertido 30 minutos antes de que el avión aterrizará, según denuncia la organización Kids in Need of Defense, que asiste al Gobierno estadounidense en el proceso de reunificación de lasfamilias inmigrantes separadas en la frontera.
La niña, cuya identidad no ha sido difundida para protegerla, fue separada de su padre en abril. Cuando finalmente fue enviada de vuelta a Guatemala, no había nadie en el aeropuerto para recogerla, y tuvo que pasar otra noche en un albergue gubernamental.
“Sólo imagina a esta niña de cuatro años volviendo tras meses y meses de separación… y entonces su padre, después de todo, no está allí para recibirla”, explica Lisa Fryndman, directiva de Kids in Need of Defense. “El nivel de trauma es imposible de imaginar”, añade en declaraciones.
“Este caso es un ejemplo de un fallo absoluto”, indica Fryndman, que considera que pudo haberse evitado. Y podría no ser el único: expertos en inmigración han denunciado que ICE está enviando a niños separados de sus padres en la frontera de vuelta a sus países sin notificarlo antes a sus familias.
Aún quedan más de 200 menores bajo custodia en Estados Unidos pese a que un juez ordenó el 26 de junio que los 2.597 niños separados de sus padres durante mayo y junio por la política de tolerancia cero volvieran con sus familias.
“El Gobierno no está dando ni siquiera los pasos mínimos para asegurarse de que la reunificación se haga sin infligir más daños emocional a las familias”, explica Lee Gerlernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés), que llegó el caso de los niños separados ante la justicia.