La diabetes podría ser más letal para las mujeres que para los hombres, al menos cuando se trata de los problemas cardiacos, muestra una investigación reciente.
La enfermedad cardiaca ocurre en promedio 15 años antes en las personas con diabetes, y es su principal causa de enfermedad y muerte. En las mujeres, la conexión entre la diabetes y la enfermedad cardiaca es particularmente fuerte.
En todo el mundo, más mujeres que hombres fallecen de diabetes: 2.1 millones frente a 1.8 millones al año, señalaron los investigadores.
La enfermedad cardiaca coronaria es el tipo más común y letal de enfermedad cardiaca en los diabéticos. Las mujeres con diabetes tienen un riesgo 1.8 veces más alto de morir por enfermedad cardiaca coronaria que las mujeres sin diabetes. Los hombres con diabetes tienen un riesgo 1.5 veces más alto de morir por enfermedad cardiaca coronaria que los hombres sin diabetes.
La enfermedad arterial periférica (que puede al final conducir a la amputación de un pie) es la señal inicial más común de enfermedad cardiaca en los pacientes con diabetes tipo 2, y es 1.8 veces más común en las mujeres que en los hombres.
La insuficiencia cardiaca es la segunda señal inicial más común de enfermedad cardiaca en los pacientes con diabetes tipo 2. Las mujeres con diabetes tienen un riesgo cinco veces más alto de insuficiencia cardiaca que las mujeres sin diabetes, y los hombres con diabetes tienen un riesgo dos veces más alto que los hombres sin diabetes.
Los investigadores intentan determinar los motivos de que la insuficiencia cardiaca sea más común en las mujeres diabéticas que en los hombres diabéticos, según el trabajo, que se publicó en la edición del 14 de noviembre de la revista European Journal of Preventive Cardiology.
Los autores anotaron que el número de personas con diabetes podría haber aumentado a 629 millones en todo el mundo en 2040.
Un estilo de vida saludable es clave para la prevención de la diabetes. Si las personas desarrollan diabetes, la prevención de las complicaciones cardiacas es esencial.
“Con el aumento de los niveles de obesidad en nuestra sociedad, hemos observado un aumento enorme en la prevalencia de la diabetes. Sabemos que la diabetes tipo 2 es una enfermedad relacionada con el estilo de vida, de forma que podemos parar su trayectoria mediante unas mejores conductas”, aseguró la autora sénior, Joline Beulens, del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam, en los Países Bajos.
“La gestión del estilo de vida es el tratamiento de primera línea para los pacientes con diabetes”, añadió Beulens en un comunicado de prensa de la revista. “Si el estilo de vida no controla lo suficiente los niveles de glucosa [azúcar en la sangre] y el riesgo de complicaciones, entonces se debe iniciar el tratamiento para bajar la glucosa, como terapia de segunda línea”.