El Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), tiene en sus manos un rezago sin precedentes de 2,3 millones de casos, más del doble que hace un año, a pesar de que los recibos de trámites bajaron en un 4% en el mismo período de tiempo.
Expertos y abogados señalan que esto equivale a una crisis en el sistema de inmigración legal y apuntan que está teniendo un efecto nocivo en familias, poblaciones vulnerables y negocios de Estados Unidos.
Hace dos años, procesar un permiso de trabajo con las autoridades estadounidenses se tardaba un promedio de 2.6 meses y ahora ese tiempo es de 4.1 meses.
Los casos de naturalización tomaban un promedio de 5.6 durante el último año fiscal del gobierno de Obama y esa cifra casi se duplicó, a 10.2 meses, durante el primer año fiscal del gobierno de Trump.
Los casos de visas para poblaciones vulnerables como sobrevivientes de abuso y menores abandonados (Special Immigrant) tomaban 4.8 meses en promedio en 2016 y hoy en día la espera es de más de un año.
Las tarjetas de residencia, la reunificación familiar, los permisos de viaje y la ciudadanía, todos y cada uno de estos trámites está tardando más durante el gobierno de Donald Trump y, según abogados migratorios y expertos, hay más incertidumbre que nunca sobre el resultado de trámites relativamente sencillos.
Virtualmente TODOS los trámites migratorios se demoran más en 2018 que lo que ocurría en 2014. En la mayoría de los casos, los solicitantes ya han esperado años para que su caso llegue a ser adjudicado. Esto añade aún más tiempo a la espera de una tarjeta de residencia o de la reunificación familiar.
“Estamos en presencia de una falla masiva en el sistema de inmigración legal”, indicó Jason Boyd, asesor legal de políticas de la Asociación de Abogados de Inmigración, quien presentó los resultados de un análisis basado en las cifras oficiales de la agencia USCIS.
Las numerosas nuevas medidas impuestas por el gobierno de Donald Trump en el trámite de residencias, ciudadanías, visas familias y otros procesos migratorios, han logrado un retraso sin precedentes de 2.3 millones de casos pendientes ante el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS).
La razón de este gran número de casos pendientes son precisamente estos retrasos que, según AILA, “dañan a familias y poblaciones vulnerables, y perjudican a negocios y trabajadores estadounidenses”.
Tan solo en los últimos dos años fiscales, la mayor parte de los cuales se dieron dentro del gobierno de Trump, los tiempos de espera de trámites aumentaron en 46%. Hace un año, había sólo 1 millón de casos pendientes y esta cifra hoy es de 2.3 millones.
¿La razón de los retrasos?
“Estamos viendo frente a nuestros propios ojos como USCIS se convierte en un brazo policial del gobierno”, dijo Boyd. “El Congreso creó a la agencia para que diera un servicio y su misión se está tergiversando”.
La implementación acumulada de medidas implementadas por la Casa Blanca y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) han resultado en trámites mucho más complicados que antes.
El problema alcanza a las visas para trabajadores, tanto como las visas familiares y otros casos de inmigración legal.
La suegra de Pablo González estuvo entre las afortunadas que obtuvo su residencia, pero tuvo que esperar más de lo usual.
“No sabemos exactamente que pasó”, dijo González, un cubano que inmigró hace diez años de la isla y su esposa dos años después. “Afortunadamente ya le salió la residencia, pero se tardó dos años”.
Para algunas nacionalidades, esto no parece mucho tiempo, pero los cubanos, la mayoría de los cuales se benefician de cortos tiempos de espera por medio de la Ley de Ajuste Cubano (un beneficio que otros migrantes no tienen), también han sufrido las consecuencias, dijo la abogada Lin.
“Lo que tomaba 4 o 5 meses, ahora lo vemos en 12 a 14 meses y ni siquiera están requiriendo entrevistas para todos”, dijo Lin. “Esto complica las cosas porque muchos tienen hijos a los que pedir, y esto toma mucho tiempo teniendo solo residencia. Cuando Obama terminó con la política “pies secos-pies mojados”, los tiempos de trámite no cambiaron mucho. Pero en los dos últimos años se han disparado”.
Entrevistas y más entrevistas
Como parte de la orden ejecutiva “Compra estadounidense, contrata estadounidense” (Buy American, hire American), el gobierno de Trump ordenó que cada vez que un extranjero con visa de trabajo tuviera que renovar la visa, se presente a una entrevista en persona en una oficina de USCIS.
Esto jamás había ocurrido y contribuye a aumentar significativamente la carga de trabajo de los agentes en las oficinas locales de USCIS, dijo la abogada Tammy Lin, de San Diego, California.