Se espera que la Corte Suprema se pronuncie esta semana en torno a un planteo de la Oficina del Censo, que quiere autorización para preguntar a todo el mundo sobre su ciudadanía. La propuesta ha generado demandas, un intenso debate y numerosos interrogantes.
Lo que hay que saber del tema:___P: ¿Qué quiere concretamente la Oficina del Censo?
R: Quiere preguntar a cada persona si es ciudadana de Estados Unidos. Se ofrecen cinco posibles opciones para responder: Nacido en Estados Unidos o nacido en Guam, las Marianas del Norte, Puerto Rico o las Islas Virgen Estadounidenses; nacido en el exterior, de padre o padres que son ciudadanos estadounidenses; nacido en el exterior y naturalizado estadounidense, nacido en el exterior que no es ciudadano estadounidense. A quienes no son nacidos en Estados Unidos no se les pregunta acerca de su status inmigratorio.
P: ¿Se hará esa pregunta en el censo?
R: Depende de la Corte Suprema, que está decidiendo el caso luego de que varios estados acudieron a los tribunales para tratar de impedir que se incluya esa pregunta.
P: ¿Qué dice la constitución?
R: La 14ta Enmienda estipula que “los representantes deben ser repartidos entre los varios estados según sus respectivas cifras, tomando en cuenta a todas las personas de cada estado”.
P: ¿Cuáles son las disputas legales?
R: Tres jueces federales han dicho que el gobierno violó las leyes federales al actuar de forma “arbitraria y caprichosa” cuando trató de incorporar esta preguntas. Dos de ellos dijeron asimismo que la iniciativa viola el requisito constitucional de contar a toda la población cada diez años. El temor ese que muchos inmigrantes no participen si se incorpora la pregunta sobre la ciudadanía y que el censo no arroje las cifras correctas.
P: ¿Alguna vez se hizo esta pregunta en el censo?
R: No a todo el mundo. En varios consultas de 1950, cuando empleados del gobierno iban de puerta en puerta preguntando a la gente y no se hacía como ahora, en que las personas llenan formularios, se preguntaba por la ciudadanía a quienes voluntariamente dijesen que habían nacido afuera del país. La pregunta acerca de la ciudadanía aparece también en formularios largos y consultas complementarias enviadas a algunas viviendas.
P: ¿Por qué la Oficina del Censo quiere incluir esa pregunta?
R: El secretario de comercio Wilbur Ross, que supervisa la Oficina del Censo, dijo en un informe el año pasado que el Departamento de Justicia quiere esa pregunta para reunir información que ayude a identificar distritos en los que minorías raciales constituyen la mayoría, algo que pide la Ley de Derecho al Voto toda vez que sea posible.
P: ¿Hay otras razones?
R: Algunos sectores dicen que los republicanos quieren información sobre la ciudadanía para que los estados puedan usar cifras de ciudadanos y no la totalidad de los residentes al elaborar distritos legislativos. Esto daría ventaja a los republicanos, ya que los no ciudadanos tienden a vivir en zonas dominadas por los demócratas. Agregan que los republicanos están conscientes de que si no se cuentan los residentes extranjeros, ello podría restar fuerza y fondos federales a estados con muchos inmigrantes, como California. Jueces federales de California, Maryland y Nueva York dijeron que las razones dadas por Ross no son las reales, pero agregaron que no pueden determinar cuáles son los verdaderos motivos.
P: ¿Por qué hay oposición a la pregunta sobre la ciudadanía?
R: Defensores de las libertades civiles y de los inmigrantes dicen que la pregunta no ha sido puesta a prueba, es innecesaria y parte de un esfuerzo del gobierno de Donald Trump por no contar a los no ciudadanos y a otras personas nacidas en el extranjero. Existe asimismo el temor de que el gobierno pueda pasar la información a las autoridades de inmigración, lo que violaría las leyes federales. La Oficina del Censo asegura que eso no sucederá.
P: ¿Por qué se ha armado revuelo en torno a unos archivos encontrados en la casa de un consultor republicano que falleció el año pasado?
R: En la computadora de Thomas Hoffeller, experto republicano en redistribución de distritos electorales, se halló un informe que explicaba cómo los republicanos se podrían beneficiar en Texas si usaban la cantidad de votantes que son ciudadanos en lugar del total de la población para elaborar los distritos electorales. Organizaciones de derechos civiles dicen que Hofeller presionó para que se incorporase la pregunta sobre la ciudadanía. El Departamento de Justicia niega esta acusación y la tilda de “casi frívola”.
P: ¿Todos los hogares deben participar en el censo?
R: Teóricamente, sí, según una ley de 1954 que contempla multas para quienes se nieguen a hacerlo o suministren información falsa. La multa máxima es de 5.000 dólares. Históricamente, no obstante, no se aplican castigos a quienes no participan.
P: ¿Qué pasa si alguien completa el resto de las preguntas pero deja en blanco la de la ciudadanía?
R: No está claro. Hay quienes dicen que probablemente se les pida a esas personas que respondan a la pregunta, aunque nadie puede ser obligado.
P: ¿Es previsible que la pregunta de la ciudadanía haga que no se cuente a todo el mundo?
R: Sí. La propia Oficina del Censo calcula que la participación disminuiría en un 5,8% de incluirse esa pregunta. Hay quienes creen que ese estimado se queda corto o que la no participación involucraría mayormente a minorías.
P: ¿La información personal del censo se mantiene en privado?
R: La ley estipula que así debe ser. Un empleado del censo que revela información puede ser multado con 250.000 dólares y pasar cinco años en la cárcel. Compartir la información con otras dependencias del gobierno está específicamente prohibido.
P: ¿El gobierno compartió alguna vez información confidencial?
R: Los historiadores descubrieron que el gobierno lo hizo en el censo de 1940, antes de que se prohibiera hacerlo, para detener a personas de origen japonés durante la Segunda Guerra Mundial.